Para esta primavera 2012, Dior ha creado la diferencia con una versión sport de su célebre perfume. Se trata de una fragancia que invita a viajar, presentando un espíritu aventurero y a la vez de lujo absoluto.

Para esta ocasión, Dior Homme Sport ha sido reformado para ponerse a la altura de las grandes creaciones olfativas de la marca como Eau Sauvage, Fahrenheit, o Dior Homme, que presentan como nota característica un toque floral muy original, símbolo de una sofisticación vanguardista, de un universo en el que se mezclan refinamiento y virilidad.

Enriquecido por esa nota distintiva de Dior Homme, el iris de Toscana, el perfume ofrece en esta recreación sport cierto «aire de familia» que viene a refrescar el cedro de Sicilia, y el jengibre de Tanzania. La nota amaderada que encontramos en su fondo no es otra que el cedro de Virginia, aportando misterio, fuerza y sensualidad a ese iris tan masculino.

dos jóvenes en un yateSe trata pues de una fragancia más moderna, pero siempre tan elegante e intemporal como todo lo que caracteriza a Christian Dior.

Por otro lado, y en esta misma línea de las fragancias masculinas deportivas, encontramos L’Eau d’Issey, que desvela por fin su versión sport, a través de la cual Issey Miyake ha querido evocar la relación tan estrecha que existe entre el hombre y la naturaleza.

Si el aire es su elemento, y el agua su principio, es de la tierra de donde esta fragancia extrae sus notas ahumadas a base de vetiver y de cedro. Estamos hablando de un agua de toilette fresca, amaderada y enérgica, al igual que un chorro de aire frío en altura.

Esta fragancia atrevida, pero absolutamente masculina se presenta también en su versión desodorante sitck sin alcohol y en champú para el cuerpo y el cabello. Issey Miyake se convierte así en una referencia en el mundo de la perfumería, donde sus propuestas olfativas están pensadas para un hombre contemporáneo, con espíritu audaz, y un afinado sentido de lo natural en estado puro.