Cada organismo es único con sus propias necesidades, que varían en función de la edad. Por esta razón, es peligroso adoptar un régimen para adelgazar sin consultarlo con un especialista. Más que reducir la cantidad alimenticia para perder peso, un régimen debe preocuparse sobre todo por satisfacer las necesidades fisiológicas de base.

Sin esto, se provocan desequilibrios alimenticios que pueden tener consecuencias graves. Más que dejarse el dinero y la salud probando con diferentes regímenes, es más importante elegir aquel que se adapta mejor a la propia condición y a las propias necesidades. Es aquí donde interviene el especialista de la nutrición.

Consultar con un nutricionista no es por lo tanto un lujo superfluo, se trata más bien de una necesidad para optimizar los efectos de un régimen de adelgazamiento. Más vale realizar este gasto que invertir el dinero en la compra de una técnica para adelgazar suplementaria que al final no nos resulte para nada beneficiosa, ni tampoco sea eficaz.

Los peligros de un régimen no contrastado

Perder peso no es malo en sí mismo, pero es la manera de conseguirlo lo que puede no serlo. Cuando se llega a ayunar para disminuir la masa corporal o para afinar la silueta, puede convertirse en la cosa menos recomendable en cuestión de salud. El ayuno provoca desarreglos importantes en el organismo, que en algunos casos pueden ser irreparables.

Perder-pesoUno de ellos es la combustión de todas las sustancias que el cuerpo necesita para garantizar su propia salud. Ante todo, conviene dejar de lado los tabúes que rodean este tema. Es importante mentalizarse en positivo si verdaderamente queréis salir del problema de forma eficaz.

En resumen, más que hacer un bien al cuerpo queriendo ofrecerle una imagen más estética, un régimen draconiano, sin la opinión de un nutricionista puede crear a la larga desarreglos físicos, mentales e incluso hormonales.