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Esta receta de muslos de pollo rellenos con espinaca es una opción excelente para agregar a la dieta la ingesta de una verdura como ésta que posee una importante riqueza en agua, siendo pobre en grasa siendo por ella recomendable para dietas de adelgazamiento.

La espinaca es además una excelente fuente de fibra mejora así los problemas de estreñimiento y reduce la velocidad de paso de los azúcares a la sangre, por ello es ideal para personas que tienen dolencias cardiovasculares o diabetes.

Muslos de pollo rellenos con espinacaEs fuente de provitamina A que nuestro organismo puede transformar en vitamina A de acuerdo a las necesidades del cuerpo. Sirviendo además para mantener en buen estado la piel, mucosas, huesos, visión y hasta el cabello.

Posee además, sustancias antioxidantes como vitaminas C y E y siendo el consumo de espinaca beneficioso para personas que padecen de problemas oculares como sequedad ocular y fotofobia.

Con un bajo contenido en sodio y alto en potasio tiene una excelente acción diurética natural, ayudando a eliminar el exceso de líquidos del organismo.

Esta receta de muslos de pollo rellenos con espinaca es excelente para darle un sabor diferente a una carne que solemos agregar a nuestra dieta de forma frecuente.

Ingredientes

  • Muslos de pollo 8 sin piel ni hueso
  • Ricota o queso crema suave 300 grs.
  • Espinaca 250 grs.
  • Ajo 4 dientes
  • Vino blanco 1 vaso
  • Nuez moscada, pimienta y sal

Modo de Preparación

Picar la espinaca cocida y colocarla en un recipiente.

Agregar la ricota o el queso crema suave, mezclar bien y condimentaron con sal, pimienta y nuez moscada.

Abrir los muslos de pollo sin separarlos totalmente y rellenar. Cerrar con ayuda de unos palillos y distribuirlos en una fuente que pueda colocarse en el horno.

Rociar con vino blanco, espolvorear los ajos picados, condimentar con otro poco de sal y pimienta y dejar reposar en la nevera tapado con papel aluminio por aproximadamente una hora.

Cocinar a horno precalentado a 180° C por espacio de 40 minutos y hasta que el pollo se encuentre suavemente dorado.

Servir acompañado de arroz blanco o puré de patatas.