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En nuestra vida necesitamos planificación, una hoja de ruta es esencial para poder marcarnos pequeños objetivos, cumplirlos e ir avanzando hacía el objetivo vital que nos hayamos marcado.
Esto, que parece tan simple de escribir y tan duro de llevar a la realidad, es una de los factores claves en el deporte, ya que sin una debida planificación, será imposible mejorar y llegar a los objetivos.
Es esencial tener objetivos, porque son los que marcan el camino. Si conducimos con un coche en una noche cerrada, por una carretera muy larga, no veremos la ciudad de destino, pero si los próximos 6-8 metros siguientes del camino. Aún así, sin ver nada llegaremos a nuestro destino, porque sabemos que ese camino nos lleva hasta él.
Planificación y máximo rendimiento 1Esta pequeña alegoría es la misma que debemos utilizar en el deporte. Es tan simple como marcar unos objetivos claros. Apúntalos en un papel, deben ser entre 5 y 10. Sobre todo que sean realistas, pero ambiciosos, la diferencia es simple. No podemos marcarnos como objetivo ser el campeón del mundo de algo. Pero si aumentar nuestros tiempos en un 15% o subir el número de canastas o jugar más minutos, etc. Deben ser, como decía, objetivos que sean posibles de conseguir pero a la vez que sean un reto, motivador para nosotros.
Ahora viene la parte complicada, idea una hoja de ruta, un camino, un plan para llegar a esos objetivos. Una buena rutina de entrenamiento, que avance poco a poco pero sobre seguro, y que nos haga llegar como si nada al objetivo marcado.
Esta parte es quizá la más complicada, y no está de más pedir ayuda, toda opinión es poca. Aunque siempre debes ser tu mismo quien marque la decisión final.
Por último, hay que ser constante con este plan. Quizá al principio no lo veamos claro, y que también se necesiten hacer algunos ajustes, pero la idea y la lógica global debe sobreponerse a lo demás. Solo así, conseguiremos llegar a lo máximo!