El comienzo de año es el momento perfecto para fijarse nuevos objetivos, como perder peso, hacer más ejercicio para perder vientre, o adelgazar de forma saludable. Bien sea desde un punto de vista personal o físico, la mejor forma de establecer las metas es la de fijarse objetivos precisos, medibles, alcanzables, realistas y temporalmente definidos. Este punto de partida es la clave del éxito.

Por el contrario, querer aumentar el nivel de actividad física no se puede hacer sin esfuerzo. Normalmente, concebida como una montaña infranqueable, esta buena voluntad del mes de enero suele abandonarse por la mayoría de los hombres que son principiantes. La falta de tiempo, el cansancio, la dificultad de acceso a cierto tipo de equipamiento, la falta de recursos financieros, pocos resultados visibles, todas son razones que justifican el abandono de la actividad física.

Objetivo 1: perder vientre

Primeramente, es importante saber que es falso decir que hay que hacer ejercicios de abdominales para eliminar la grasa a nivel del vientre. Los abdominales se tonifican, ciertamente, pero la grasa no se transforma en músculo. El vientre tan solo es uno de los lugares particulares donde las grasas se acumulan. Con el fin de reducir esta cantidad de grasa, la clave está en gastar energía con ayuda de ejercicios cardiovasculares.

Perder vientre

Para quemar energía, conviene activar las grandes masas musculares en las piernas. Practicar bicicleta estática, correr, bicicleta elíptica, remo, saltar a la cuerda, hacer step. Además, lo importante es la intensidad del esfuerzo. Se trata de realizar intervalos cortos, pero intensos, haciendo una pausa y volver a repetir.

Una buena forma de realización es la de efectuar intervalos de esfuerzo de 30 segundos, y luego reposar durante 60 a 90 segundos. Se repiten estos intervalos durante unos 10 minutos, lo que es suficiente para comenzar.

Objetivo 2: adelgazar

En el mismo orden de ideas, con el fin de perder peso y en un buen programa de puesta en forma, el desgaste energético debe ser superior al aporte energético. Se debe prestar atención particular a la alimentación ya que es un buen método para inclinar la balanza por el lado correcto.

Al mismo tiempo, el aumento de la frecuencia de la actividad física es un elemento esencial si se quiere bajar de peso. Pero cuidado, la paciencia es fundamental. Añadir actividades físicas aumenta el tono muscular. Los músculos pesan más que la masa grasa. Luego puede ser que al principio de la puesta en forma, la cifra que indica la balanza aumente. No hay que asustarse, se trata de un proceso absolutamente normal.

La perseverancia y la asiduidad son cruciales para obtener resultados óptimos. No es bueno pesarse todos los días, las variaciones son demasiado grandes a lo largo de un mismo día. Lo ideal es pesarse una vez a la semana, siempre en las mismas condiciones, es decir, desnudos, por la mañana antes de desayunar.

Normalmente, a la hora de entrenar, conviene escoger ejercicios que nos hagan salir de la zona de confort, sin ser demasiado difíciles, con el fin de evitar los daños. Un buen ejemplo son los burpees. Este ejercicio, que estimula el conjunto del cuerpo, se ejecuta y se ajusta al nivel de dificultad deseado.

Objetivo 3: definir

Lo importante es trabajar el conjunto del cuerpo gracias a diferentes ejercicios de definición que se centran en diferentes zonas. El cuerpo se puede dividir en tres zonas: la parte superior, la parte inferior y el tronco. Conviene garantizar el trabajo de estas tres zonas al menos una vez cada dos días, con el fin de crear un estímulo suficiente para que el tono muscular mejore.

Durante el entrenamiento debemos centrarnos en lo cuantificable y lo que se puede medir. Por supuesto, un programa de puesta en forma para la pérdida de peso, la pérdida de centímetros de perímetro de cintura, y el aumento de masa magra es un elemento fundamental. Por el contrario, es importante que la actividad física sea beneficiosa desde un punto de vista subjetivo.

Los sentimientos de orgullo, de confianza en uno mismo y de realización personal no se pueden medir en cifras, pero son también muy importantes. Son estas emociones y esta conexión con uno mismo lo que permite la progresión, la perseverancia, y sobrepasar los desafíos diarios.