Los primeros relojes aparecen hacia finales del siglo XV, pero los modelos de la época eran muy diferentes de los que se llevan hoy en día. En efecto, los primeros relojes se parecían más a relojes que había que llevar colgados del cuello, puesto que su tamaño era impresionante.

Poco prácticos, estos fueron abandonados por los relojes de bolsillo que también fueron desapareciendo con la llegada de los relojes de pulsera a comienzos del siglo XX.

El reloj como accesorio de moda

Independientemente del modelo de la época, los relojes han ido siempre asociados al estilo y a la elegancia.

Si algunas personas ven más el lado práctico e informativo del objeto, otras se refieren al reloj como si fuera un auténtico objeto de culto, como mecanismos precisos y refinados, que se transmiten de generación en generación.

Hoy en día el reloj lo lleva una mayoría de hombres, pero poco importa la calidad, el precio o aprecio que se le tenga a una de las joyas más masculinas que existe. Algunas reglas de estilo se deben respetar para poder llevar un reloj correctamente.

Reloj de muñeca

Con un traje

Existen varias ocasiones en las que debemos ponernos un traje. Si algunos lo deben llevar todos los días por razones profesionales, otros asocian este estilo únicamente a acontecimientos más festivos, como una boda, por ejemplo, o una cena de etiqueta. El traje ofrece carisma y elegancia a los hombres, pero también seguridad, a condición que la persona se encuentre a gusto dentro de él. El traje ayuda mantener la elegancia en cualquier situación.

El reloj debe adaptarse al traje, para sublimar mucho mejor este último y la apariencia en general. Aquí encontramos dos escuelas, dos estilos, y dos opciones posibles. La primera consiste en llevar un reloj discreto, de colores sobrios que sabrá integrarse con el traje y con el propio estilo. Por ejemplo se puede llevar un reloj delgado, que se deslice fácilmente por debajo de la camisa. Los trajes suelen ser de color oscuro, por eso se deben evitar los relojes de colores llamativos.

Una marca como Tissot ofrece modelos muy chic a precios muy asequibles. También se puede optar por un reloj de mayor tamaño, pero cuidado, si la muñeca es demasiado fina, este último corre el riesgo de ofrecer un lado ridículo a la apariencia del hombre que lo lleva.

Con un estilo casual

El fin de semana, durante las vacaciones, o simplemente en la vida de todos los días, cuando se lleva una ropa casual, ligera y desenfadada, el reloj también es un accesorio indispensable que puede reflejar el estado de humor de cada momento.

Los relojes con correa de tela, casan perfectamente con un estilo casual. Con una camiseta blanca, unos Chinos azul marino, unos jeans un poco más claros y unos basquets, un reloj con correa de tela es la mejor opción que permite mantener la elegancia durante el resto del día.

La marca Daniel Wellington, ofrece de hecho una especialidad en este tipo de relojes, con modelos depurados, y por un precio bastante asequibles para cualquier bolsillo.