El spinning no es una simple bicicleta, sino un auténtico método de entrenamiento, que se utiliza en centros de puesta en forma y de fitness. Se practica en grupo bajo la dirección de un coach con una música rítmica que dicta la cadencia. Ciertamente la música no incita a trabajar más ni tampoco aumenta ninguna variable fisiológica, pero da la impresión a los deportistas de trabajar menos duro que lo que lo hacen realmente.

Varios estudios han demostrado que el spinning podía ser inapropiado para los novicios. Otros autores destacan que a lo largo de ciertas fases, el consumo de oxígeno era superior al consumo de oxígeno máximo. Unos estudios muestran por otro lado que una proporción alta de principiantes perciben una intensidad más débil que lo que es realmente.

La frecuencia cardíaca alcanzaría aproximadamente al 72% de la frecuencia cardíaca máxima en principiantes y hasta el 83% en personas con 6 meses como mínimo de experiencia.

Bicicleta estatica

Los beneficios del spinning

Se trata de un ejercicio aeróbico particularmente exigente que solicita un amplio grupo de músculos de los miembros inferiores, ocasionando un bajo impacto sobre las articulaciones y conllevando un gran desgaste energético. Probablemente esta propiedad es la que incita al mayor número de personas sedentarias a probar el spinning. Otros estudios muestran que provoca una pérdida de peso sin ningún tipo de restricción ni reducción del consumo alimenticio. Igualmente se reconoce como un método eficaz para aumentar la capacidad cardiorrespiratoria, reducir la grasa corporal y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Consejos para la práctica del spinning

Las primeras sesiones de spinning suelen ser muy duras. Generalmente, basta con llevar tres o cuatro sesiones para alcanzar ciertas marcas y disfrutar con el esfuerzo.

Conviene tomar el tiempo necesario para aprender cómo regular correctamente la bicicleta a lo largo de la primera sesión. Se debe extender completamente la pierna sin hacer esfuerzos para alcanzar el pedal. Las rodillas deben estar situadas siempre más altas que los golpes de pedal. Si no es el caso, hay que añadir la distancia necesaria entre el sillín y el manillar.

Conviene beber agua a lo largo del esfuerzo, con algún suplemento en sal en caso de actividad física intensa, larga duración, o fuerte calor. La temperatura ideal del agua tiene que situarse entre los 12 y 15 grados para una eficacia óptima.

Durante el esfuerzo, la hidratación suele ser parcial por el hecho de la capacidad limitada del estómago. Por tanto conviene beber, tras el esfuerzo, poco a poco durante varios minutos agua salada, agua con gas, o una bebida energética de recuperación. Durante la hora siguiente, conviene consumir una bebida azucarada para restaurar las reservas glucídicas. Conviene garantizar que estos glúcidos no se transforman en grasas durante este lapso de tiempo.

La mayoría de las personas que practican spinning no beben bastante. Esto conlleva una deshidratación repetida que, a largo plazo, se traduce por una reducción de las capacidades de resistencia, una bajada de la fuerza muscular, dolores musculares y de tendones, y riesgo creciente de calambres, agujetas, etcétera. A corto plazo, la deshidratación se siente más allá del 4% de la pérdida de peso corporal, el riesgo de golpe de calor es entonces muy importante.

Se debe optar por sesiones de al menos 30 minutos con algunos minutos de calentamiento para subir gradualmente la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, y algunos minutos de vuelta a la calma al final de la sesión con el fin de favorecer la circulación sanguínea. Es interesante dejarse guiar si la sesión está dirigida por un educador, pero nunca conviene olvidarse de escuchar el propio cuerpo. Las sesiones deben dilatarse en el tiempo con al menos un día de descanso para dejar el tiempo suficiente a los músculos para recuperarse. Si se es principiante, se puede incluso optar por un reposo de 2 días entre cada sesión.

Planificar los entrenamientos con objetivos claros y anotar los tiempos, las dificultades, y las impresiones en un diario previsto para este efecto. Se trata del mejor medio de constatar rápidamente los progresos e incrementar la motivación. Antes de comenzar, se debe determinar la frecuencia cardíaca máxima que se obtiene, grosso modo, sustrayendo la edad a 220. Para una persona con 40 años, el resultado será pues de 220 menos 40, es decir 180 pulsaciones por minuto. Esta frecuencia máxima es importante para construir y seguir un entrenamiento.