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La llegada a un cumbre de montaña es solo la mitad del objetivo planteado pues aún resta la otra mitad que consiste en el descenso. Así, una vez terminada la ascensión el deportista debe prepararse adecuadamente para afrontar un descenso seguro y en lo posible sin ningún contratiempo.

A pesar que la maniobra de rapel, según dicen los expertos en deportes de montaña, es sencilla y fácil de aprender como técnica puede también ser peligrosa. Un pequeño fallo puede contar caro, de ahí la importancia de poner en práctica las técnicas de seguridad.

El descenso de una cumbre tiene diversas maneras de plantearse, pues se puede hacer andando y siguiendo un itinerario distinto al elegido para la subida. El descenso también puede ser por roca, hielo o nieve, y en estas diferencias donde radica la importancia de elegir técnicas de seguridad adecuadas.

En ocasiones se hace una escalada en roca y el descenso en nieve, otras veces se necesita rapelar la misma ruta de subida, mientras que puede ocurrir también realizar la baja por una ruta diferente.

Trazar el descenso debe hacerse con técnicas que permitan una bajada limpia y directa, algo que no siempre es posible ya que el deportista puede encontrarse con cosas inesperadas y tener que evitar diferentes bloqueos, por ello un buen estudio de la ruta es necesario y fundamental.

Técnicas de descenso: rapel 1

Técnica de rapel

La técnica de rapel se basa en el roce que produce la cuerda con un sistema de frenado. El rapel ayuda al escalador a descender a un ritmo y velocidad previamente planificada y sobre todo controlar la bajada.

La postura debe ser equilibrada y manteniendo un balance perfecto, manteniendo las piernas perpendiculares a la pared y separadas a la distancia de los hombre, el cuerpo en posición ligeramente sentado y estirado pero sin agacharse sobre el aparato para descender.

Ya en desplomes o techos los pies deben mantenerse quietos al borde y en techos muy pronunciados puede ser necesario dar un pequeño salto controlado para evitar el borde

En cuanto a las reuniones en rapel deben ser siempre resistentes, seguras y efectivas, además de ofrecer una recogida de cuerda limpia y directa, sin rozamientos que pueden dificultar la retirada de la cuerda.

Cuando se habla de reuniones naturales se hace referencia a aquellas en que su utilizan materiales que están en la naturaleza como bloques, columnas, árboles o puentes de hielo.

Rapel de fortuna

En los nudos fundamentales de montaña, existen una serie de nudos que el deportista debe saber hacer y entre ellos algunos para usar en técnicas de fortuna, que son las aplicadas a maniobras con cuerda y que se realizan con mínimos elementos indispensables que siempre deben llevarse.

Cualquier técnica de fortuna puede aplicarse de forma segura y sin correr riesgos de accidentes, existiendo elementos fundamentales:

  • Nudo dinámico: Existen diferentes sistemas de fortuna para realizar un rapel, pero el más conocido es el nudo dinámico que se emplea también para asegurar a un compañero o frenar una carga.
  • Nudo auto-bloqueante de seguridad: Una vez aprendido el nudo dinámico es necesario asegurarse por medio de un elemento bloqueador para evitar la caída en caso de perder el control de la cuerda.
  • Cabo de anclaje: Este es un elemento de amarre y cualquiera sea el elemento bloqueante utilizando debe ser unido siempre utilizando un mosquetón.

Durante un descenso en rapel es necesario adaptarse al terreno y esto es solo una cuestión de práctica y experiencia, pues el rapel es sencillo y necesarios pero también delicado de ahí que se requiere mucha atención.