El Principado de Mónaco es muy pequeño, y puede visitarse en un solo día, por lo tanto si no pretendéis pasar todas las vacaciones en este pequeño lugar, se puede programar una jornada monegasca puesto que será suficiente para conocer en profundidad este territorio.

El Palacio del Príncipe de Mónaco

Si pretendéis adentraros en la vida del Principado de Mónaco, no hay duda que es importante acudir a Palacio. Su construcción se remonta al año 1911. El Palacio está situado en las alturas de Mónaco, ofreciendo una vista impresionante de toda la zona. Los visitantes tienen acceso a una parte del Palacio, como los grandes apartamentos, donde se puede descubrir el Salón Rojo, un magnífico salón decorado al estilo de Luis XV, la cámara de York, el Salón Amarillo, la cámara de Luis XV, el Salón de los oficiales, el Salón Azul donde se desarrollan las recepciones oficiales, por sólo citar algunos de los lugares más señalados del edificio.

Los apasionados de los coches disfrutarán descubriendo la colección de vehículos del príncipe Rainiero III que cuenta con más de 100 ejemplares. Y para terminar la visita, lo ideal es acudir al Museo del Palacio del Principado, Museo de los recuerdos napoleónicos y de los archivos del Palacio.

Principado de Mónaco

La Ópera de Montecarlo

La Ópera de Montecarlo, también llamada sala Garnier merece toda la atención. Su construcción se remonta a 1879. Justo al lado de la Ópera se encuentra el casino de Montecarlo, construido en un bonito estilo barroco. Los dos edificios fueron concebidos por el arquitecto Charles Garnier.

El puerto de Mónaco

Si pretendéis ver los yates más lujosos del mundo, hay que acudir al puerto de Fontvieille de Mónaco. Un agradable paseo que se puede realizar entre estas joyas exclusivas.

Un paseo por la ciudad

No hay estancia que se precie sin recorrer a pie el centro de la ciudad y descubrir sus tiendas de prestigio como la boutique Ferrari.

Es difícil imaginar que una roca tan pequeña pueda hacer hablar de ella en tantas partes del mundo. Ciertamente, Mónaco ha adquirido un renombre internacional inigualable, puesto que antes de convertirse en la familia heredera del Principado, los Grimaldi formaban parte de las más antiguas familias reinantes del mundo, puesto que sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII.

Considerado como un Estado independiente, los 2 kilómetros cuadrados del territorio monegasco no cesan de atraer a estrellas y a la jet set, así como a muchos turistas en búsqueda de lujo y descanso.

El Principado de Mónaco está situado en la Riviera francesa al oeste, y la Riviera italiana al este. Es el segundo Estado más pequeño e independiente del mundo, después del Vaticano, y está urbanizado prácticamente en su totalidad. En ausencia de recursos naturales por explotar, además de su emplazamiento y su clima, el Principado se ha convertido en una estación balnearia de primera orden para los turistas, y en un paraíso fiscal para las empresas.

Mónaco también dispone de espacios de relajación a lo largo del puerto. Lo ideal es poder visitar el casco antiguo, una ciudad medieval muy pintoresca, compuesta prácticamente de calles peatonales. En la zona hay varios hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs. Igualmente se puede visitar el Palacio del Príncipe, la Catedral, el Museo Oceanográfico, el Ayuntamiento y los Jardines de San Martín.

No cabe duda que los hoteles de Mónaco están fuera del alcance de cualquier bolsillo, por eso una de las mejores opciones consiste en quedarse en alguna de las muchas ciudades que se encuentran al lado de Mónaco, como por ejemplo Ventimiglia o Niza.