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Existen dos formas bien diferenciadas de dolor el agudo causado por ejemplo por un traumatismo físico y el crónico que puede causarle trastornos a una persona durante años, siendo en la actualidad el ultrasonido utilizado para aliviar el dolor crónico.

El dolor agudo puede ser producido por traumatismo físico y suele tratarse con analgésicos.

Motivo de estudio,  este tipo de dolor según los investigadores es en realidad un estado de conducta que comienza con la lesión real pero donde el dolor dura un tiempo más que suficiente para luego convertirse en una patología.

Ultrasonido utilizado para aliviar el dolor crónicoLos pacientes que padecen de artritis por ejemplo depende de analgésicos que sean lo suficientemente potentes para calmar el dolor y esto suele traer aparejado una situación que se vuelve cíclica pasando del dolor a la inactividad y por último a la depresión.

Debido a esto constantemente se buscan otros caminos o métodos para aliviar el dolor crónico y el ultrasonido utilizado para aliviar el dolor crónico se presenta como una alternativa viable.

Usado en afecciones de tipo postraumáticas de los tejidos blandos, el ultrasonido es también una solución para reducir el riesgo la formación de adherencias, al utilizarse este método la falta de dolor permite que el paciente se recupere de una forma más rápida y recupere así el uso de la parte afectada haciendo por lo tanto mucho más tolerable los síntomas.

Así por ejemplo,  las inflamaciones que son tratadas con ultrasonido responde de forma muy positiva siendo una de las aplicaciones de carácter especial que se realizan con este método la llamada sonoforesis, un procedimiento que permite introducir medicamentos en el organismo utilizando la energía ultrasónica.

Este tratamiento ha demostrado ser de gran utilidad para el tratamiento de dolores crónicos que no responden a otros tratamientos, siendo además beneficioso cuando el paciente presenta un cuadro de hipersensibilidad en los tejidos que hace imposible usar el método tradicional aplicando los fármacos sobre la piel por medio de un masaje.

Asimismo, se suma a estos beneficios el hecho que las sustancias que se introducen usando el método de sonoforesis penetran a mayor profundidad.

El ultrasonido trabaja por medio de oscilaciones compresivas y dilataciones periódicas de la materia que son propagadas a una velocidad determinada y que al darse las vibraciones en una frecuencia superior a 16 ciclos/segundo no pueden ser percibidas por el oído humano.

En la actualidad este tipo de tratamiento ocupa un importante lugar dentro de las terapias físicas sobre todo porque posee un efecto antiinflamatorio y analgésico importante.
Cuando la onda ultrasónica atraviesa el cuerpo su intensidad se ve disminuido por efecto de la absorción que convierte la energía ultrasónica en calor y por la dispersión ya que la onda se dispersa de manera progresiva cuando atraviesa los tejidos.

A pesar que en apariencia la aplicación del ultrasonido es simple, realizarla correctamente lleva un entrenamiento para conocer los principios y el funcionamiento del haz ultrasónico en los tejidos y sus afecciones. Por ello, si se producen fallos terapéuticos se debe pura y exclusivamente a una falta de información o también porque se ha utilizado una técnica de aplicación que no era la adecuada.

Dentro de los efectos beneficiosos producidos por la terapia ultrasónica sobre los tejidos biológicos se encuentran por ejemplo el efecto térmico, el mecánico y el efecto biológico.

Recientes descubrimientos han encontrado que también posee la propiedad de estimular el funcionamiento del sistema endocrino y se lo relaciona en forma directa con la segregación de endorfinas y noradrenalinas productoras de un efecto relajante.

Hoy el ultrasonido es utilizado con mucha frecuencia para el tratamiento del dolor agudo y crónico en aquellas patologías relacionadas con el sistema locomotor.

Para realizar el tratamiento con la sonoforesis, se utiliza el contacto directo y la onda continua, siendo más que suficiente colocar una pequeña cantidad de medicamento sobre la piel y luego agregar el gel de acoplamiento, moviendo luego el cabezal en pequeños círculos concéntricos, teniendo una duración de 5 a 10 minutos cuando se trata de un tratamiento estándar, ya que luego de ese tiempo el medicamento ha sido absorbido por la piel y puede penetras hasta 6 centímetros de profanidad siendo muy superior a la penetración lograda aplicando el método tradicional.