Para tener unos dientes blancos, bonitos y resistentes, es conveniente cepillarse después de cada comida, durante tres minutos y con un buen cepillo de dientes y un buen dentífrico. Pero, una opción alternativa puede ser el etífrico (neologismo compuesto de ética y dentífrico), y concretamente el etífrico de Lush, un producto ecológico que ayuda a mantener los dientes blancos.

Pastillas que hacen espuma

Los etífricos son unas pastillitas sólidas, compuestas de bicarbonato de soda y crema para desincrustar. Los responsables de la marca dicen que se trata de uno de los compuestos de lahombre sonriendo levadura de panadería. El efecto espumoso de estos etífricos puede sorprender, pero en realidad es lo que permite disolver la acumulación de bacterias presentes en los dientes. El bicarbonato, regularmente recomendado por los dentistas, limpia y blanquea los dientes.

Un producto ecológico

Con estos etífricos, Lush pretende revolucionar el cepillado de los dientes. Estos productos ecológicos, que se presentan en 6 sabores, suponen un punto y final para los tubos de aluminio. Para esto, Lusch se atreve a dar una serie de datos muy interesantes: el 4% del contenido de cada tubo de dentífrico se desperdicia por no poder extraerlo.
Cada año, 70 000 toneladas de dentífrico se tiran y terminan por el desagüe del lavabo. De media, una persona utiliza 276 tubos de dentífrico a lo largo de su vida. 3000 toneladas de plástico proceden de los tubos de pasta de dientes, y se convierten en desperdicios equivalentes a 6,6 toneladas de emisiones de CO2. Con todos estos datos en la mano, Lusch presenta sus etífricos como un producto de interés público que, al menos, merece la pena probar.