El aquafitness es una forma de entrenamiento que se adapta a la mayoría de las personas que disfrutan practicando deporte. Concretamente nos referimos a deportistas, personas mayores u obesas, etcétera. Otra ventaja es que esta actividad se ofrece prácticamente en cada piscina. Contrariamente a la natación, no requiere ninguna técnica previa elaborada. Su sencillez es su punto fuerte.

Variedad y eficacia

Su práctica se establece en cuatro campos fundamentales: resistencia, fuerza, coordinación y regeneración. En cualquier caso, conviene distinguir entre los ejercicios en agua profunda y no profunda. Para el entrenamiento en agua profunda, el empleo de accesorios de flotación exige un aprendizaje técnico previo. En realidad, se trata de descubrir cómo realizar un circuito de resistencia, a base de aplicaciones destinadas a reforzar la cintura abdominal y dorsal.

Los ejercicios de equilibrio y de regeneración terminan con el proceso de ejercitación en el agua. Regeneración, entrenamiento y recuperación, las virtudes del agua no necesitan demostración. Cada vez son más los deportistas que creen en sus efectos positivos sobre el estado de la forma corporal en general.

Natación

El aquafitness, una alternativa real

Dos opciones permiten explorar las ventajas del agua: aprender la técnica correcta en agua profunda y aplicar en el agua los movimientos ejecutados normalmente sobre tierra firme. El aquafitness es el término que se centra en las actividades acuáticas que no están relacionadas con la natación y que se detienen en mejorar las capacidades de resistencia, de fuerza, de movilidad y de coordinación, así como las capacidades cognitivas.

Las actividades cotidianas se reproducen en el agua. Los ejercicios con música, con accesorios y material de flotación, así como las formas lúdicas, o los circuitos de entrenamiento completan la gama de ejercicios. Las combinaciones son enormes y adaptables a voluntad.

Con o sin contacto

La sencillez de la actividad representa la gran ventaja del aquafitness. Se adapta a todos, jóvenes y personas mayores, deportistas y no deportistas, nadadores o no nadadores. La paleta de ejercicios es variada y la dificultad se modula en función del nivel de los participantes. La división de ejercicios se realiza esencialmente en función de la profundidad del agua. Los ejercicios en agua no profunda están más bien en contacto con los pies en el suelo, mientras que los ejercicios en agua profunda requieren accesorios anexos como cinturones, planchas, o churros.

La profundidad ideal

Sobre la tierra, la fuerza de la gravedad atrae irremediablemente hacia el suelo. El agua cambia los datos gracias a dos de sus particularidades: la flotación y la resistencia. Al explotarlas de forma precisa, se trabaja la resistencia, la fuerza, la movilidad y la coordinación

Jugar con la corriente

A pesar de que todos hacemos nuestros primeros experimentos en el vientre materno, el agua no deja de ser un medio extraño. Evidentemente, el agua nos ayuda a flotar y suaviza cada uno de los movimientos. Las ventajas están en que la espalda se ve aliviada, los movimientos son fluidos e incluso los saltos no pueden dañar las articulaciones. Los desgarros musculares, por ejemplo, raramente se dan en este tipo de ejercicios.

El fitness acuático se adapta por tanto a las personas con sobrepeso, y también a los convalecientes. Pero la resistencia que opone el agua a los movimientos más sencillos hace que este entrenamiento sea muy interesante para el deporte de resistencia. Una sesión en piscina puede ser muy exigente desde un punto de vista muscular y muy intensiva. Otra ventaja es que la resistencia se modula fácilmente por el juego de superficies, y la velocidad de ejecución.