• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

A medida que envejecemos los músculos pierden fuerza, tamaño y su capacidad para regenerarse; en la práctica podemos retrasar esto manteniendo un estilo de vida saludable que incluya ejercicios y una dieta sana, pero inevitablemente tarde o temprano esas capacidades se verán seriamente mermadas de forma natural.
Diversos estudios han demostrado que en el proceso de reconstrucción natural de los tejidos musculares intervienen las células madres, sin embargo no se sabía como.
Una investigación reciente publicada en la revista Medicina Molecular, de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO Molecular Medicine), desarrollada por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, y la Universidad de Copenhague en Dinamarca, explica como identificaron por primera vez el mecanismo químico que conduce a que los músculos se debiliten y envejezcan.
En el estudio, los investigadores analizaron muestras de tejido múscular de 30 hombres sanos, la mitad de entre 21 y 24 años y la otra mitad de entre 68 y 74 años.
entrenar pesasLas muestras de tejido fueron extraídas quirúrgicamente del muslo de los participantes al inicio del experimento y posteriormente se les inmovilizó la pierna con una escayola para simular atrofia muscular.
Cuando se les retiró la escayola, los participantes se ejercitaron con pesas para restaurar la masa muscular en la pierna atrofiada.
Tres días después, los científicos tomaron muestras adicionales de tejido muscular de cada individuo y nuevamente a las cuatro semanas.
Cuando analizaron todos los tejidos, los científicos descubrieron que antes de ejercitarse los participantes jóvenes tenían 50% más células madre encargadas de la reparación y regeneración muscular, que los participantes viejos.
La diferencia aumentó aún más después de la fase de ejercicio, cuando en el tejido joven se encontró 4 veces más células madre regenerativas activamente reparando el tejido atrofiado, que en el músculo viejo, donde las células madre habían permanecido inactivas.
Los científicos también observaron que el músculo viejo mostraba signos de inflamación y cicatrización durante el período de inmobilidad y cuatro semanas después de que la escayola fue retirada.
Según la profesora Irina Conboy, directora del estudio, la investigación ha logrado demostrar que con la combinación correcta de señales bioquímicas, el músculo envejecido humano puede tener capacidad para mantenerse y repararse con células madre para restaurar el vigor de su juventud.
Para tratar de entender cómo ocurría este proceso, los científicos también estudiaron la respuesta del músculo humano a las señales bioquímicas.
Descubrieron que una proteína clave, la quinasa mitógeno activada (MAPK) es necesaria para permitir que las células madre musculares trabajen reparando el músculo. La cual está desactivada en el tejido viejo.
Cuando los investigadores inhibieron en el laboratorio los niveles de MAPK en el tejido joven, éste ya no logró regenerarse; y cuando agregaron proteínas MAPK en el tejido muscular viejo, éste comenzó a repararse.
Los científicos sabían, por estudios previos, que las células madre musculares tienen un receptor llamado Notch, que actúa como un interruptor provocando el crecimiento cuando se le activa.
Así que creen que las proteínas MAPK y el interruptor Notch que las enciende y apaga, son la clave para el desarrollo de un medicamento que evite el envejecimiento muscular en el futuro.
Estos resultados son prometedores, pero de momento lo único que podemos hacer para prevenir el envejecimiento del tejido muscular y la disminución de sus células madres consiste en permanecer activos, especialmente cuando somo mayores ya que en esta etapa de la vida tendemos a ser mas sedentarios y los músculos entran en desuso por períodos más largos, lo que irrevocablemente empeora el ambiente regenerativo de las células madre.