Los deportistas necesitan una alimentación específica con el fin de aportar al cuerpo la energía necesaria antes del esfuerzo físico. Veamos una serie de consejos que nos pueden ayudar a no descuidar el aporte energético del organismo.

Cuando se practica una actividad deportiva, se debe vigilar la alimentación, de forma que sea lo más variada posible. Se deben comer verduras al mediodía y por la noche, al menos tres piezas de fruta al día. También se deben consumir legumbres, al menos una vez a la semana: lentejas, garbanzos, judías blancas. En cada comida, es necesario cubrir las necesidades de proteínas vegetales y animales.

La dieta deportiva antes del esfuerzo 1Las primeras se encuentran en los cereales (pasta, arroz, patata) y en las legumbres. Las segundas están en la carne blanca, la carne roja sin excesos de grasa, el pescado y los lácteos. Tras el esfuerzo, el aporte de proteínas animales y vegetales es igualmente esencial, puesto que permiten una correcta recuperación. Las proteínas ayudan a reparar los daños musculares provocados durante el ejercicio.

Es necesario que este aporte en proteínas sea cotidiano. Cuando se es vegetariano, es bueno conocer los alimentos para completar la combinación de cereales y de legumbres con las proteínas que no son de origen animal. Se puede asociar el arroz y el maíz, o el arroz con las lentejas, etc. Estas dos combinaciones permiten un aporte total en aminoácidos, que el cuerpo necesita.

Al menú se le debe añadir algunos granos de lino (molidos para facilitar su asimilación) o sésamo que se puede añadir a las ensaladas o a la verdura que también se puede enriquecer con unas algas, levadura de cerveza, o germen de trigo (este se puede añadir al queso blanco o al yogur). El caso es diversificar la alimentación, variando las especias y los aromas.

Una alimentación variada y equilibrada nos permite estar preparados para afrontar sin problemas cualquier tipo de esfuerzo físico.