El tiempo es lo que falta para comer de forma tranquila. El apogeo de los fast-foods, que suelen implicar una comida basura, se ha convertido en un aliado. ¿Entonces cuál es la alternativa para una comida equilibrada, incluso si la vida nos empuja a ir deprisa? El sandwich puede servir de comida equilibrada y sana, si están bien compuesto y va acompañado de un buen postre.

La ventaja del sandwich es que se puede jugar con la variedad. Que sea de jamón, de pescado, de pollo o de huevo, el sandwich abarca cualquier tipo de sabor. Por ejemplo, un sandwich con gruyere permite un aporte en calcio. Para alcanzar el objetivo nutritivo de 5 frutas y verduras al día, se pueden incluir tomates, ensalada o pepinos.

Pero se debe evitar añadir mayonesa. Si queréis realzar el gusto del sandwich, la mostaza y los pepinillo son perfectos.

Un buen acompañamiento para el sandwich

El pan integral o con cereales es preferible al pan blanco, por su contenido en fibras. Si el sandwich no tiene demasiada grasa, se puede usar pan de Viena por su aporte de féculas para equilibrar la grasa. Si preferís el kebab, una pita griega o una pizza, entonces conviene añadir verduras frescas de acompañamiento.

DietasPor supuesto, comer sólo un sandwich no reemplaza completamente una comida completa. Para ello, se debe incluir un postre. Siempre en la misma óptica de una comida equilibrada, se puede comer una fruta fresca, una compota de frutas o un yogur, lo que priorizará el aporte en vitaminas, fibras y calcio. También se puede dejar de lado la repostería y las cremas, puesto que son demasiado ricas en grasas y azúcar.

A modo de bebida, el agua sigue siendo la mejor opción. En todo caso, un zumo de frutas es una buena alternativa. Finalmente, la leche es ideal para aquellos que la pueden soportar y no les sienta mal.