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Tal y como está la economía, es una tendencia cada vez más al uso la utilización de la tienda de campaña como método de pasar la noche en nuestras salidas o excursiones más largas. A parte, ya decían los antiguos que no hay nada más grande que ver el despertar de la madre tierra en ella misma, o sea, ver el amanecer.  También es una opción muy honrosa para aquellas parejas románticas que quieren disfrutar de la intimidad que proporciona la soledad de la montaña.
Sea como fueren los motivos que nos inducen a ello, hay que tener en cuenta diferentes elementos para conseguir que nuestra acampada tenga éxito y no acabe en un tumultuoso desastre.
Emplazar una tienda de campaña 1Lo primero y ante todo: para acampar es necesario un buen kit de cosas que debemos llevar a cuestas, esto sobre todo son mantas, esterilla, saco de dormir, linterna, etc. Además de por supuesto, todo lo necesario para mantenernos en vida, como comida y agua.
A partir de aquí, escojamos un buen emplazamiento. Vigilar ante todo el tema del aire, así como un lugar que no sea húmedo ni pueda ser peligroso en caso de lluvia o tormenta. También debe ser un espacio limpio, que no haya piedras, piñas o ramas, esto es vital para tu espalda y tu posterior comodidad.
Comprueba posibles animales o plantas extrañas, venenosas, etc, que pueden ser un infierno posterior. Vigila el terreno, si hay viento y estás sobre arena o gravilla puedes provocar verdaderas catástrofes.
Por último, revisa elementos potencialmente peligrosos en referencia a la electricidad y los rayos. Si estás varios días en el mismo sitio, no está de más ir cambiando la tienda de sitio, por el tema del crecimiento de la vegetación y para darle un poco de aire a la zona baja, que puede ser el nido de pequeñas madrigueras de insectos.
A disfrutar de las estrellas!