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Si navegamos un poco por la red, encontraremos decenas de artículos y páginas que hablan sobre la motivación en el deporte, y como esta se resuelve como básica para el éxito de un buen entrenamiento.

Pero la discusión de la motivación no es solo el embrión del entrenamiento, o sea, no se trata de motivar a nuestros jugadores, compañeros o a nosotros mismos en el nivel inicial cuando empezamos la práctica deportiva, si no conseguir mantener esta motivación durante más largo plazo de tiempo, ya que de otra manera no conseguimos que la práctica se constante y larga en el tiempo.

La motivación y los refuerzos 1Hay que recordar, que sin paciencia y sin un entrenamiento a largo plazo no conseguiremos nunca resultados, así, la motivación se releva aún más importante en el justo momento en que pasadas las primeras etapas de la puesta en marcha, necesitamos de una doble motivación para continuar entrenando y aguantar el ritmo.

Uno de los problemas principales, es que justamente mucha gente deja de entrenar al poco tiempo de haberse iniciado, muchas veces por el no ver resultados a tiempo, pero la mayoría de veces porqué no han tenido las herramientas suficientes en términos de motivación para continuar adelante.

Por ello se habla de la motivación interna e externa. La interna es la motivación que siente una persona por el propio hecho de hacer deporte o del placer de sentirse bien consigo mismo. La externa en cambio, se basa en la práctica a través de los estímulos, esto son por ejemplo las recompensas económicas o las distinciones o el reconocimiento social.

Las recompensas externas son de hecho, esas que nos ayudan a superar el momento en que dejamos el deporte para otro día porque ese estamos mandrosos.

Así, que el secreto real está en crearnos nuestras propias motivaciones externas, y de esa manera, podremos ir más allá en el propio entrenamiento.