Tener el cabello graso suele ser bastante frecuente en los hombres. El estrés, la contaminación, una alimentación demasiado rica, el tabaco, un champú mal adaptado, son los factores responsables de la producción excesiva de sebo entre los hombres. Cuando el pelo se vuelve más débil, indisciplinado, grasiento, el cabello termina sufriendo, y se acelera su caída. En todo caso, hoy vamos a ver que tener el cabello graso no es una fatalidad. Veamos algunos consejos prácticos que se deben adoptar para recuperar un cabello absolutamente saludable.

Si el pelo tiene tendencia a volverse graso por culpa de los productos de peluquería que se utilizan, hoy presentamos algunos trucos que conviene seguir a rajatabla para delimitar bien el problema en cuestión.

Los malos hábitos

La producción de sebo permite proteger naturalmente el cabello, haciéndolo más brillante y más flexible. Sin embargo, una producción excesiva de sebo asfixia el cuero cabelludo e impide a las raíces que se desarrollen normalmente. Por esta razón, puede que sea responsable de la caída precipitada del pelo. Para combatir el cabello graso en el hombre, basta con incorporar hábitos más sanos a la hora de mantener saludable el pelo.

Pelo limpio

Primeramente, el champú especial para cabello graso conviene utilizarlo con frecuencia, pero no todos los días. Nuestro consejo apunta a un uso que no supere las dos veces por semana. En caso contrario, se puede provocar el efecto inverso deseado, es decir que el pelo agredido con un champú demasiado astringente termine provocando una sobreproducción de sebo para protegerse. Con relación al resto de champú que se utiliza durante la semana, lo ideal es uno suave para uso frecuente, con un pH neutro.

El exceso no se adapta bien al el cabello graso, por eso conviene olvidarse del segundo champú, puesto que la pausa demasiado prolongada de champú, el masaje demasiado virulento del cuero cabelludo, y el agua muy caliente, terminan por excitar en exceso las glándulas sebáceas. Igualmente, se debe evitar el uso del secador de pelo a alta temperatura, puesto que es un auténtico estimulante del sebo. Los peines y cepillos de dientes estrechos terminan por propagar el sebo sobre todo el cabello.

Finalmente, la alimentación juega un papel fundamental en la calidad del cabello. Los alimentos industriales a base de cereales tienen consecuencias sobre la producción de sebo.

Trucos y consejos

No cabe duda que la elección del champú y su frecuencia son determinantes para combatir eficazmente el cabello graso en el hombre. También conviene dosificar bien la cantidad de champú y el masaje del cuero cabelludo. Finalmente, lo ideal es enjuagar el pelo con agua más fría para calmar las glándulas sebáceas.

En cuanto a la alimentación, lo ideal es comer verduras verdes y fruta fresca porque participan en la eliminación de las impurezas seborreicas. Nuestro consejo se decanta por seguir una cura de levadura de cerveza. Rica en vitamina B, la levadura de cerveza refuerza la calidad del cabello y da equilibrio a la producción de sebo. La levadura de cerveza es fácil de conseguir en parafarmacias o en supermercados que ofrecen complementos alimenticios.

El principio del champú seco

El champú seco tiene por principio desprender al cuero cabelludo de los excesos de sebo. Esta acción se realizaba anteriormente por absorción, con ayuda de polvos de talco, por esta razón podían aparecer residuos blancos en el pelo. Hoy en día, el champú seco ha evolucionado y está compuesto de polvos minerales totalmente invisibles. Se debe utilizar entre dos champús con el fin de espaciarlo en el tiempo, y evitar posibles daños. Evidentemente, el champú seco no limpia tanto como el champú clásico, y por eso en ningún caso debe reemplazar al champú habitual.