Queréis adelgazar lentamente, es decir, perder entre 3 y 4 kilos en un mes, y sin someteros a un régimen «milagro», hipervitaminado, hiperproteínico, hipocalórico, y sobretodo hiperestresante. Lo ideal es comer mejor para establecer mejor el funcionamiento óptimo de las glándulas digestivas y así combatir desde el interior el almacenamiento de grasas.

Comer cuatro veces al día

El ritmo alimenticio a lo largo de la jornada tiene una importancia primordial. Tomar imperativamente las cuatro comidas diarias: desayuno, comida, merienda y cena. Vamos a consumir y eliminar a la vez de manera óptima y fisiológica y evitar coger unos kilos de más.

El horario de las comidas no tiene importancia, depende de vuestro ritmo de vida. Pero es importante espaciar las comidas por espacio de 3 horas, tiempo de digestión «mecánica». El picoteo entre horas está prohibido. Adoptar un ritmo alimenticio solar de las cuatro comidas espaciadas permite restablecer el buen funcionamiento de las Nutricionglándulas digestivas. Esto interviene en la mitad del proceso de pérdida de peso.

Comer la buena cantidad

Comer hasta saciarse, lo que nos dicta nuestro apetito es esencial. Hay que saber escucharse y pararse una vez que estamos saciados. Lo ideal sería de comer dejando una pequeña sensación de hambre. Ya no se cuentan las calorías, los gramos, sino que se diversifica la alimentación diaria con el fin de asimilar todos los nutrientes que el organismo necesita.

La calidad de los alimentos

No nos cansaremos bastante de repetirlo: el agua es esencial para nuestro organismo. Beber agua, 1,5l al día, contribuye a nuestro bienestar. Contrariamente a las ideas recibidas, los lípidos naturales (aceite de oliva, leche, mantequilla, y quesos) no engordan.

Estas grasas naturales forman parte integrante de nuestra alimentación, pero deben ser consumidas en su justa medida. Tampoco se debe abusar. Si no os gusta el aceite de oliva, el aceite de colza viene en segunda posición, luego el aceite de palma y el de girasol.