Tal y como su nombre lo indica, este cáncer se localiza sobre todo en la próstata. Esta última es una glándula del aparato reproductor masculino, situada justamente debajo de la vejiga y que rodea la uretra, que es el canal por donde se evacuan la orina y el esperma. La próstata sirve para secretar y almacenar el líquido seminal, este último añadido a los espermatozoides producidos por los testículos constituye el esperma.

El adenocarcinoma es la forma más corriente de cáncer de próstata. La gravedad del cáncer depende de la extensión del tumor y del tipo de células cancerosas, o del grado de malignidad. Al principio el cáncer de próstata no presenta ningún síntoma.

Pero los síntomas son en general los siguientes: dificultad para expulsar la orina; dificultad al comenzar a orinar o una incapacidad para orinar, o una necesidad frecuente de orinar, un flujo débil urinario, o una sensación de quemazón o de dolor en el momento de orinar. A veces, hay sangre en la orina o esperma, con dolores o rigideces frecuentes bajo la espalda, las caderas o en la parte superior de los muslos.

PróstataA veces existe dificultad en tener una erección. No obstante hay que distinguir bien que se trata de un cáncer, ya que estos síntomas pueden ir unidos a una otra enfermedad de la próstata, como la hipertrofia benigna.

La prevención del cáncer de próstata

Para evitar los efectos nefastos del cáncer de próstata y frenar el desarrollo de la enfermedad, es indispensable prevenirlos. Por el hecho de que ya podemos gozar de propiedades anticancerígenas en varios alimentos, simplemente basta con adoptar algunas costumbres alimentarias, respetando las medidas preventivas aconsejadas.

Así, conviene consumir bastantes frutas y verduras que son ricas en fibras. Los investigadores han estudiado el papel de las fibras, lo que demuestra que las personas cuya aportación en fibras (sobretodo verduras) es suficiente, el riesgo de cáncer de próstata es menos alto que el de las personas que lo consumen poco.

Conviene pues modificar la dieta con el fin de introducir estos alimentos anticancerígenos, para que el desarrollo del cáncer de próstata se vea reducido y el impacto negativo de la enfermedad pueda evitarse.