Un aumento en el consumo de edulcorantes no calóricos y diversos aditivos utilizados para endulzar los alimentos, se ha podido comprobar en la última década y entre otros motivos ese auge tiene como fundamento principal el hecho que representaría un ahorro calórico significativo.
Según los nutricionistas no sería necesario añadir azúcar a la alimentación diaria ya que ésta se encuentra en mayor o menor medida en todos los alimentos que forman parte la dieta diaria.
También existen especialistas que hablan de un condicionamiento cultural o social que se ha dado desde los comienzos de la humanidad, siendo en realidad una especie de recompensa o castigo por un buen o mal comportamiento de cuando se era niño.
El azúcar consumida en cantidades excesivas puede resultar peligrosa para la salud, sobre todo por produce un desajuste en los mecanismo naturales del organismo que realizan un trabajo de regulación a través del cual permite tanto almacenar como quemar azúcares simples y un desequilibrio favorecerá el aumento de peso.
Asimismo, la ingesta excesiva de azúcar favorece la aparición de diabetes, al generarse una respuesta incorrecta por parte del páncreas relacionado con la producción de insulina.
Existen así, azúcares complejos de asimilación lenta como los que contiene el pan y azúcares simples de asimilación rápida como la que posee un terrón de azúcar y en ambos supuestos se produce un proceso que se relaciona de forma directa con la digestión.
Mientras que en el pan, durante la digestión se fraccionan las cadenas del almidón en azúcares simples (glucosa) y éstos van incorporándose de a poco en la sangre. De este modo a medida que el azúcar llega a la sangre el páncreas se encarga de generar insulina, que ayudará al almacenamiento de la glucosa en el hígado (glucógeno) para una utilización posterior.
Este proceso, en el caso de consumirse un terrón de azúcar, hace que las pequeñas moléculas de ésta se viertan de forma súper rápida en la sangre en forma de glucosa produciendo un torrente que estimula la producción inmediata de insulina por parte del páncreas dándose el fenómeno llamado “pico de insulina”. El azúcar se almacena y quema de manera veloz y la acción de la insulina al ser demasiado poderosa genera que el azúcar en la sangre descienda por debajo del normal y causa el denominado estado de hipoglucemia, trayendo como consecuencia fatiga y falta de concentración.
En este segundo supuesto el individuo busca en una nueva ingesta de azúcares simples estabilizarse y lo único que genera es un círculo vicioso peligroso y que crea una dependencia no recomendable.
De acuerdo a lo anteriormente expresado la idea sería evitar el exceso de azúcar ya sea reduciendo la cantidad que diariamente se agrega a los alimentos o bien sustituirla en todo o en parte por edulcorantes artificiales pero sin llegar a los excesos como solo ingerir productos bajos en calorías o sin azúcar ya que este tipo de conducto alimenticia no es saludable.
Este tipo de hábito ha sido recomendado en un informe realizado por el Instituto de Estudios del Azúcar y la Remolacha y la Sociedad Española de Nutrición Básica Aplicada, en el cual se recalca que los productos bajos en calorías son útiles para llevar adelante tratamientos en personas con obesidad o sobrepeso que siguen una dieta hipocalórica.
Por otra parte, en la actualidad muchos profesionales de la nutrición después de concurrir a congresos y eventos de nutrición y dietética resaltan la importancia de los edulcorantes bajos en calorías en la dieta de pacientes diabético ofreciéndoles una alternativa para que continúen disfrutando del placer de lo dulce pero sin sus aspectos negativos.
Relacionado con el tema en estos días se celebrará en la ciudad de Cádiz la IX edición del Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, que contará con la presencia de expertos en nutrición.
El congreso tiene como finalidad la presentación y el análisis de estudios recientemente realizados relacionados precisamente con la ingesta de alimentos y la hidratación.
El papel que cumplen los edulcorantes no calóricos en la salud formará parte de los análisis, debates y reflexiones sobre todo relacionado con el papel positivo que cumplen los edulcorantes no calóricos tanto para las personas diabéticas como para quienes los consumen para controlar su peso, un debate que también analiza estudios que demuestran como los edulcorantes bajos en calorías ayudan a controlar la calorías consumidas cuando son incluidos en un programa de gestión de peso.
Por último, cabe destacar que los edulcorantes no calóricos no pueden sustituir en ningún caso una dieta equilibrada que conjuntamente con la práctica de actividad física frecuente se muestra como la mejor alternativa para quienes desean a través del consumo de alimentos bajos en contenidos energético tanto controlar la ingesta de calorías como de azúcar.