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Puesto que ya está muy próxima la fecha señalada para todos los enamorados, y no todos sabeis qué regalar, aquí os dejamos una buena sugerencia.

Válida tanto si vuestra pareja es amante de este tipo de práctica, como si quereis planear esa pequeña «vendetta» que siempre teneis en mente. Por descontado, para todos aquellos que, además, quereis pedir matrimonio (como si saltar de 25 metros fuera poco).

Hay personas para las que, el simple hecho de practicar un deporte o hacer ejercicio no es suficiente. Siempre hay quien quiere dar un paso más allá.

Si ya cualquier deporte normal, logra activar de manera considerable el organismo, los hay que buscan algo más, y una buena descarga de adrenalina es lo mínimo que exigen.

Para ellos, que ya se convierten en adictos a las emociones fuertesIdeas para San Valentín: bungy jumping 1, existe el bungy jumping, también conocido como «goming», y que consiste, nada más y nada menos, en saltar desde una altura de al menos, 25 metros.

La única sujeción es una cuerda reforzada por arneses, pasada, a través de un cinturón, por el torso y las piernas. En ocasiones, también se utiliza casco.

Dependiendo del lugar donde se practique, el lugar desde donde lanzarse puede ser un punte sobre un río, o sobre superficie sin agua. También una grúa puede ser una opción.

Por lo general, los lugares más demandados para realizar este tipo de actividades, es en lugares de montaña, así como destinos exóticos y vacacionales.

Como no podía ser de otra manera, dicha afición, nace de la copia de una larga tradición histórica de saltos en la isla de Pentecostés, donde se practicaba como ritual de paso a la edad adulta.

La altura desde la que los jóvenes se lanzaban era de 25 metros, y solo entonces eran considerados como adultos por sus iguales y solo entonces, podían reclamar la mano de sus amadas.

Al ser dicho ritual filmado por la BBC, el inglés Chris Baker, realizó una imitación de aquel ritual con cuerdas elásticas sobre el río Avon.

A pesar de ser detenido en Inglaterra, continuó su aventura por Estados Unidos y Nueva Zelanda, difundiendo esta nueva atracción, que hoy es considerada como deporte extremo.

El material que se utiliza en el «goming» a diferencia del «puenting», es muy elástico, alcanzando cotas de estiramiento del 400%, mientras que en el segundo, la elasticidad no llega al 3%.

Aquellos que los han experimentado, dicen que las emociones son especialmente fuertes, motivadas por la cercanía a la tierra y los rebotes, donde se produce una ausencia de referencias.

Medidas de seguridad

Aunque los accidentes son poco habituales, siempre es aconsejable tener en cuenta una serie de puntos:

-Que el gruista sea experto, y calcule la distancia del rebote.

-Que el material sea el adecuado. Ni muy rígido, para evitar tirones bruscos, ni tan elástico que nos acerque a la colisión con el suelo.

-Que tengamos el «OK» para saltar. Nunca debemos subirnos a la barandilla sin haber recibido permiso y cerciorarnos de que todo está en su sitio.

En definitiva, si no sabeis qué regalar el próximo San Valentín, y vuestra pareja es apasionada de la adrenalina, ésta puede ser una buena opción.