Pilar dentro de la nutrición deportiva las grasas mejoran el poder de saciedad y ayudan a perder peso siempre que se consuman con moderación. Estamos hablando de grasas “buenas” como el aceite de oliva extra virgen, aguacate y frutos secos, entre otras opciones saludables.
Así la grasa en la dieta del deportista resultan indispensable para “cargar” las células de grasa insaturada pero además son indispensables para que las mitocondrias de los músculos se conviertan en energía, algo necesario para la contracción muscular.
Además, el consumo de grasa en la dieta del deportista ayuda a no generar exceso de radicales libres y ácido láctico, algo importante para evitar la fatiga que se produce por el agotamiento del glucógeno muscular y hepático.
Para conseguir los efectos favorables deseados es necesario que el deportista ajuste la ración de grasa diaria para conseguir un rendimiento físico realmente óptimo y libre de fatiga y cansancio.
Grasas presentes en la dieta del deportista
Como dijimos, las grasas deben estar diariamente presentes en la dieta del deportista pero siempre en las cantidades adecuadas y provenientes de fuentes de calidad, de lo contrario se corre el riesgo de no incorporar correctamente los ácidos esenciales que el organismo necesita y que no puede producir si se limita esta ingesta de grasa.
Asimismo, las grasas aportan una parte de la energía que el deportista necesita para realizar su entrenamiento físico, reduce la fatiga y también ayudan a resguardar el uso de proteínas y cuidar las reservas de hidratos de carbono que se utilizarán durante la actividad física.
Por otro lado cuando se hace una ingesta adecuada de grasas el organismo puede absorber de manera adecuada todos los nutrientes liposolubles como por ejemplo las Vitamina A y E que cumplen una función antioxidante.
Priorizando el consumo de ácidos grasos monoinsaturados, se obtienen ventajas sobre todo para la circulación de la sangre que es esencial para la contracción muscular y también para la recuperación tras el esfuerzo que demanda un entrenamiento físico.
Dieta del deportista
La dieta de un deportista debe ser baja en grasas pero esto no quiere decir anular totalmente su ingesta diaria. Consumir una pequeña cantidad de grasa es importante también para la salud y en especial para una adecuada absorción de las denominadas vitaminas liposolubles.
Así, los ácidos grasos que debe tomar un deportista son los llamados “ácidos grasos esenciales” que serán necesario para cubrir sus necesidades nutricionales, incluso si se está siguiendo una dieta hipocalórica.
Por esa razón las recomendaciones para un deportista son las mismas que para cualquier persona que desea llevar una dieta saludable. Entre los alimentos que deben incluirse por su aporte de grasas “buenas” están el pescado azul, el aceite de oliva y los frutos secos, pero todos con moderación.
Una cucharada sopera de aceite al día, una porción de pescado azul y un puñado de frutos secos serán suficientes y saludables.
Evitar los fritos, los postres y los tipos de queso ricos en grasas es fundamental en la dieta del deportista por lo tanto su consumo debe limitarse o eliminarse, dependiendo de las indicaciones del nutricionista.
La idea no es eliminar la grasa de la dieta del deportista sino incluir los ácidos grasos que equilibrarán un plan de comidas equilibrado y saludable para tener energía y enfrentar adecuadamente cada entrenamiento físico.