Al mismo nivel que la del rostro, la piel del cuerpo requiere una hidratación continua, y también que sea nutrida con el fin de conservar su belleza y su flexibilidad. Pero entre los diferentes productos que el mercado nos ofrece, conviene saber cuáles son los cosméticos necesarios para unos cuidados mejor adaptados a cada tipo de piel.
Las leches corporales hidratantes son prácticas y de aplicación rápida, y son las que mejor se adaptan a los jóvenes que se cuidan, pero en un tiempo récord.
En este mismo registro encontramos los aceites secos, de aplicación ultrarrápida, sin temor a manchar la ropa; y en tercer lugar están las cremas para el cuerpo, que son más ricas en activos antiedad, y reparadoras, permitiendo luchar contra el relajamiento cutáneo y la aparición de manchas marrones.
Estos cuidados se aplican por la mañana y/o por la noche, después de la ducha o el baño, y pueden ser completados por otros cuidados adelgazantes (especialmente para la zona del abdomen), o para estimular la circulación.

Otro tipo de cuidados

Las manos, siempre muy expuestas a diversos tipos de agresiones externas, pero también los pies y las piernas, más solicitadas por mantenerse mucho tiempo de pie, merecen una serie de cuidados particularmente intensos, para que la piel se mantengan joven y fresca el máximo de tiempo posible.
modelo posandoSon muchas las fórmulas que se han puesto a punto para cuidar las manos, con el fin de que la epidermis conserve, o en su defecto recupere rápidamente, el film hidrolipídico, indispensable para la barrera de protección.
Para obtener buenos resultados, estas fórmulas contienen substancias hidratantes, pero también antideshidratantes, normalmente asociadas a una serie de activos antiedad, para estimular la producción de colágeno, y prevenir o reducir la formación de manchas marrones relacionadas con la edad.
En el asunto de las piernas, el acento se pone en combatir los efectos de las piernas cansadas, hinchadas y pesadas. Se trata de usar una crema o gel que contenga activos que estimulen la circulación y ejerzan un efecto drenante en la zona más afectada.
Los pies también tienen sus propios productos de cuidados específicos: hidratantes, reparadores, calmantes, y relajantes, que les ayuda a afrontar una jornada entera de caminata, y poder terminar el día sin molestias.