Todos queremos perder peso de forma fácil y sencilla. Para ayudaros en esta tarea es bueno saber que existe una serie de saciantes naturales. Son eficaces, y tienen la ventaja de que no ponen en riesgo la salud, como es el caso de muchos medicamentos de venta libre en farmacias, y que de vez en cuando salta la alarma y se deben retirar del mercado por razón de sus efectos secundarios.

No os tiréis de cabeza sobre esos productos milagro que prometen una pérdida de peso rápida gracias a un efecto saciante. En la hipótesis de un resultado, también estaríais poniendo en riesgo vuestra salud. Mejor es ver lo que se come y escoger los alimentos que de manera natural tienen propiedades para cortar el hambre.

El agua y otras bebidas sin azúcar

Cuando se bebe un gran vaso de agua, u otra serie de bebidas sin azúcar, las fibras gástricas se distienden, lo que induce a una disminución de la sensación del hambre. Este efecto saciante Perder peso de forma natural 1se obtiene por un mecanismo de relleno del estómago. En cualquier caso se debe tener cuidado, los líquidos transitan rápidamente por el estómago, de ahí el efecto saciante de corta duración.

Las sopas

Combinan muy bien el efecto saciante mecánico de las bebidas con el de las fibras, que ya todos conocemos por sus virtudes corta hambre.

Los alimentos crudos

También son ricos en fibras, y calman la sensación de hambre. Cabe destacar que su consumo requiere un esfuerzo importante de masticación. La masticación, justamente, contribuye a crear una sensación de falta de hambre.

Las frutas ricas en pectinas

Las pectinas son fibras que, en el estómago, forman una especie de gel que aumenta la sensación de estar colmados. Ciertas frutas ofrecen una sensación de saciedad más importante que otras. Es el caso, por ejemplo, de la manzana. Al igual que los alimentos crudos, las frutas requieren un esfuerzo de masticación que refuerza más todavía sus virtudes saciantes.

Los alimentos ricos en proteínas

Los alimentos ricos en proteínas, y particularmente la carne blanca (pollo, ternera, jamón) y ciertos pescados (atún, salmón), ejercen un efecto saciante muy interesante, y que es bueno incluir en la dieta cotidiana.