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La postura de savásana, también llamada Mrtasana, Saya o Mrta, significa cadáver, es una posición de relax y a pesar de aparentar ser solamente estar tumbado en el suelo, esto no es así, porque existe toda una técnica para realizar esta postura de forma correcta.

La finalidad de esta asana es la de imitar un cadáver, ya que posterior a la muerte el cuerpo permanece totalmente quieto sin que pueda realiarse ningún movimiento.

De esta forma y manteniéndonos quietos algún tiempo con la mente calmada, aunque estemos realmente conscientes, podremos  relajarnos.

Para comprender savásana, en primer lugar cabe decir que debemos tumbarnos en el suelo pero de un modo lento y suave, ya que de esta forma preparamos nuestro cuerpo para pasar a la relajación.

Esta postura aparentemente fácil es sin embargo una de las más difíciles de dominar.

Postura de savásana 1

Savásana es un tipo de relajación consciente que vigoriza tanto el cuerpo como el espíritu, siendo bastante complicado sujetar la mente cuando el cuerpo se encuentra en movimiento.

Una vez en el suelo debemos comprobar cada uno de los puntos siguientes:

  • Las piernas deben estar separadas como mínimo del mismo ancho de las caderas.
  • Los pies estarán flojos hacia el exterior
  • Revisar mentalmente los apoyos comenzando por los talones y llegando a los glúteos. Intentando que sean iguales los apoyos del lado derecho como del izquierdo.
  • Observaremos que la zona lumbar no se encuentre arqueada de forma excesiva, y los hombros no deben estar elevados.
  • El cuello estará extendido impulsando de forma suave la barbilla hacia el esternón.
  • Dejaremos que nuestros brazos queden a ambos lados del cuerpo y ligeramente separados del tronco.
  • Palmas de las manos mirando hacia el techo y dedos flojos.
  • Cerraremos los ojos y haremos primero una respiración profunda. Luego debe ser muy suave.
  • Nos concentraremos en exhalaciones suaves pero profundas.
  • Nos relajamos completamente y respiraremos lentamente.
  • Si la mente se dispersa y divaga haremos una pausa luego de cada exhalación
  • La posición se mantendrá durante unos 15 a 20 minutos

En el comienzo es posible que experimentemos un poco de somnoliencia pero a medida que aprimoremos la práctica nos sentiremos totalmente relajados.

Savásana debe ser una posición sumamente cómoda, porque deberemos mantenerla así sin movernos mientras dure la relajación.

Si el permanecer con todo nuestro cuerpo inmóvil nos crea incomodidad o problemas y necesitmos movernos, lo haremos pero de un modo muy lento. Siempre preocurando que el movimiento no destruya la armonía en la que se encuentra el cuerpo.

Cuando logramos una buena relajación la energía se siente fluir detrás de la cabeza y llegar a los talones y podemos percibir una especie de elongación de todo el cuerpo.

Una vez que savásana podemos realizarla de forma consciente podremos disfrutarla plenamente.