La vitamina D es indispensable para la solidez de los huesos. Interviene también en la fuerza muscular y en la salud del corazón. Es esencial para el deportista. La vitamina D es producida en un 80% en la piel bajo la influencia de los rayos del sol. En invierno, la mayoría de los deportistas presentan carencias.

La vitamina D no sólo actúa en los huesos. También refuerza los músculos, mejora el funcionamiento del corazón y estimula la inmunidad.

Según los estudios, del 50 al 100% de la población que vive en clima templado tiene falta de vitamina D. Antiguamente, la caza, y la agricultura permitía pasar más tiempo en el exterior. Sin embargo, la vida actual obliga a encerrarse en casa y en las oficinas, privando de los beneficios del sol. Un estudio llevado a cabo sobre deportistas ilustra bien la influencia de este fenómeno.

Carrera

El estudio demuestra que el 94% de los bailarines y de los jugadores de baloncesto presentan carencias de vitamina D. Tan sólo un 48% practica deporte en el exterior, en los países soleados. Además, en invierno, la duración y la intensidad del sol son insuficientes, y las pieles oscuras producen menos vitamina D.

La vitamina D es esencial para los huesos

La vitamina D estimula la absorción del calcio a través del intestino, y su en entrada en el tejido óseo. En efecto, el calcio une entre sí las proteínas del hueso, y confiere rigidez a todo el esqueleto. Se puede comparar este montaje al del cemento armado. Las tiras de metal corresponden con las proteínas y el cemento, lo que en el organismo corresponde con el calcio. En caso de carencia profunda de vitamina D, el hueso se ablanda, se deforma bajo los efectos de los esfuerzos mecánicos y los del peso.

Se habla entonces de osteomalacia en el adulto, de raquitismo en el niño. En un contexto de insuficiencia menos marcada, como la que se da en los deportistas, se constata normalmente una reducción de la densidad ósea y una sensibilidad en los huesos. Las tibias, los talones, sometidos a impactos durante la carrera, se muestran a veces dolorosos. En la sangre, se nota el aumento de los residuos procedentes del hueso.

En efecto, para mantener una tasa de calcio sanguíneo constante, el organismo con carencias en vitamina D no duda en consumir su propia estructura ósea. Esta es la razón principal para tomar complementos nutricionales como la vitamina D3. La vitamina D está disponible en dos formas: D2 y D3. Se ha demostrado que la vitamina D3 es al menos 3 veces más efectiva que la vitamina D2. En Myprotein, la vitamina D3 se vende en líquido.

En las mujeres que practican deporte, este marco va asociado normalmente con una alimentación insuficiente, delgadez, falta de hormonas femeninas y ausencia de reglas. Todos estos factores se suman hasta alterar la construcción y la reparación de los huesos. De esta forma, la carencia en vitamina D podría favorecer las fracturas, concretamente las fracturas producidas por el cansancio.

La vitamina D es importante para los músculos

La vitamina D activa la producción de proteínas de los músculos. Estimula la apertura de pequeñas cisternas musculares que contienen calcio. Esta liberación masiva de minerales cargados eléctricamente, desencadena una contracción más vigorosa. Ahora se comprende por qué la vitamina D mejora la fuerza y la potencia muscular. Así ocurre en los jóvenes adultos. En las personas mayores, la carencia de vitamina D va asociada a una debilidad progresiva. Esta debilidad contribuye seguramente, tanto como la fragilidad ósea, a las célebres fracturas del cuello del fémur.