Con el tiempo nuestros párpados van sufriendo una serie de cambios indeseables, haciendo que la mirada se nos vuelva de un aspecto cansado o que representemos más edad de la que verdaderamente tenemos. Son muchos los factores que pueden acelerar estos cambios: herencia genética, daños ocasionados por el sol, etc.

Una mirada cansada o unos ojos hinchados pueden ser el resultado de unas bolsas de origen graso en la parte interna de los párpados superiores, o en los inferiores. Estos excesos de piel y de grasa pueden retirarse quirúrgicamente a través de una sencilla operación llamada blefaroplastia.

¿A quién va dirigida la operación?

Las personas que presentan los párpados superiores demasiado pesados, suelen tener una mirada triste, al formarse un repliegue de la piel por la zona externa. Las pestañas se hacen más pesadas y molestan el parpadeo del ojo.

Cirugía plástica de los párpados 1Este problema puede verse agravado por una bolsa de grasa en la parte interna del ojo. El cirujano debe explicarnos la diferencia entre una caída de las cejas, que conlleva que el párpado superior pese más (se puede corregir a través de un lifting frontal); y un exceso real del párpado superior, corregible a través de una blefaroplastia.

La preocupación mayor es la de corregir los defectos sin cambiar la expresión de la mirada. Por eso, los cirujanos retiran menos cantidad de piel del párpado para evitar que el ojo tenga un aspecto poco natural.

La técnica

La incisión se practica en un pliegue natural del hueco del párpado, de esta forma la cicatriz queda disimulada, excepto a nivel de la parte externa, situada en un pliegue de las patas de gallo, pero que en pocos meses termina desapareciendo. A través de esta incisión, el exceso de piel se elimina, al igual que la hipertrofia del músculo orbicular y de la grasa responsable de la hinchazón cerca de la nariz.

Esta intervención dura unos 45 minutos o una hora, y se efectúa con anestesia local. La hospitalización no supera unas cuantas horas. Se trata de una cirugía de ambulatorio. Después, se tarda entre una y dos semanas hasta volver a recuperar la vida normal y laboral habtitual.