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Todos en algún momento podemos sentirnos irritados por alguna razón, esto que parece algo tan normal y que a todos nos ha ocurrido en algún momento, cuando ocurre de forma reiterada puede estar ligado a desordenes físicos.

Las características de la irritabilidad son por lo general la sensibilidad que se acentúa con aquellos estímulos que la persona recibe tanto del entorno como del ambiente que la rodea.  Estos estímulos cuando no pueden ser administrados de manera adecuada provocan un gran enojo y muchas veces una tristeza que según el caso se puede ver como exagerada.

Generalmente, la irritabilidad es asociada a situaciones de estrés y nerviosismo, que en la mujer puede darse por causas orgánicas como la menopausia o el ciclo menstrual, que son situaciones o etapas en que las mujeres pasan por un desequilibrio en su organismo ya sea por la disminución o la falta de hormonas llamadas estrógenos.

La irritabilidad, causas que pueden generarla 1También, el estado de irritabilidad puede estar asociado a problemas en el tráfico vehicular, una carga excesiva de trabajo y también este estado aparece en personas se encuentran expuestas a lugares o ambientes muy ruidosos.

El dejar de fumar o de consumir alcohol trae aparejado el llamado síndrome de abstinencia y con él se presentan signos de angustia, tristeza, insomnio, aumento de apetito, ansiedad y falta de concentración. Demás está decir que la irritabilidad también está presente en este cuadro.

Existen personas que suelen irritarse por no poder tolerar algunas actitudes de otras personas con las que conviven o cuando enfrentan algún acontecimiento que para la mayor parte de las personas es algo sin trascendencia alguna.

En estos casos la irritabilidad suele aparecer con actitudes agresivas, tendencia a discutir, enojo y tristeza. Algo que muchas veces no es aceptable para las personas que rodean a quien se encuentra en ese estado.

Cuando la irritabilidad se da como un episodio aislado no debe dársele mayor importancia, pero cuando se transforma en algo casi cotidiano, es necesario buscar ayuda, ya que de lo contrario, ese desequilibrio constante puede traer aparejados otros problemas mayores.

La mayoría de los especialistas consideran que la irritabilidad puede ser tratada llevando adelante medidas sencillas como por ejemplo:

  • Dormir como mínimo ocho horas diarias.
  • Tratar en lo posible de estar en lugares tranquilos y sin ruido extremo que resulte perturbador.
  • Hacerse un espacio en las actividades durante la semana para dar una caminata y los fines de semana dedicarlo a la realización de las actividades predilectas.
  • Utilizar medicación adecuada para las molestias del ciclo menstrual.
  • Evitar todas aquellas situaciones estresantes siempre que sea posible.
  • Ingerir algún tranquilizante de origen natural de venta libre, que alivian el estrés y el nerviosismo.

Cuando la causa de la irritabilidad es producida por dejar de fumar y se presenta el llamado síndrome de abstinencia existen productos en forma de chicle, parches e inhaladores, que ayudan a pasar esos momentos extremos de angustia.

Si los problemas persisten deberá consultarse al médico, quien podrá recomendar alguna medicación o tratamiento adecuado según sea el caso.