Los gases intestinales o flatulencias son síntomas muy molestos que se producen durante el proceso de digestión de los alimentos. Los movimientos del estómago y de los intestinos, así como la actividad de las bacterias que participan en la digestión, están en el origen de los gases incómodos que provocan que el vientre se vuelva pesado.

A pesar de que esta molestia común la sufre todo el mundo, puede ir acompañada de un dolor abdominal y de una inflamación. Felizmente existen varias infusiones naturales cuyas propiedades ofrecen un alivio rápido y una mejor digestión.

La infusión de anís

La infusión de anís es una de las bebidas más populares para el control de los gases intestinales, puesto que reduce la inflamación y ayuda al organismo a tener una mejor digestión.

Ingredientes

  • 4 estrellas de anís,
  • una taza de agua.

Preparación

Se hierve la taza de agua y se añaden las estrellas de anís dejando que reposen durante 10 minutos. Se consume después de cada comida, tres veces al día. Su ingesta no se recomienda en mujeres embarazadas.

Buena digestión

Infusión de hinojo

Las propiedades digestivas del hinojo se utilizan para diferentes tipos de problemas gastrointestinales como las flatulencias, la inflamación y los dolores de estómago.

Se pueden estimular sus efectos con un poco de cardamomo para expulsar rápidamente los gases molestos.

Ingredientes

  • Una cucharada de hinojo,
  • media cucharada de cardamomo,
  • una taza de agua.

Preparación

Se pone el hinojo y el cardamomo en una taza de agua hirviendo. Se cubre y se espera durante 10 minutos. Se consume tras una comida copiosa.

Infusión de jengibre

El jengibre es una especia medicinal utilizada desde hace cientos de años para combatir los problemas de digestión. El jingerol es un potente compuesto activo con propiedades antiinflamatorias y calmantes que controlan los gases y la hinchazón.

Ingredientes

  • Un trozo de raíz de jengibre,
  • el zumo de medio limón,
  • una cucharada de miel,
  • una taza de agua.

Preparación

Se lleva el agua a ebullición y se añade la raíz de jengibre. Se baja el fuego y se deja en decocción durante dos o tres minutos. Una vez pasado este tiempo, se añade el zumo del limón y la miel. Se espera a que la infusión se enfríe y se consume. Se pueden tomar hasta tres tazas al día.

La infusión de manzanilla

La manzanilla es una planta con propiedades antiinflamatorias y carminativas que favorece la reducción de los gases en el tubo digestivo. La infusión mejora las digestiones pesadas y reduce los síntomas como el dolor y la distensión.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de manzanilla fresca,
  • una taza de agua,
  • miel.

Preparación

Se colocan las hojas de manzanilla en una taza de agua hirviendo, se cubre y se deja reposar. Se filtra y se añade la miel para endulzar y luego se consume. Conviene tomar de dos a tres tazas al día.

Infusión de menta

La menta es una planta antiinflamatoria que reduce el dolor del estómago, las náuseas, los cólicos y los gases acumulados en el intestino.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de menta fresca,
  • una taza de agua.

Preparación

Se lleva a ebullición la taza de agua y se añade la hierba fresca. Se espera a que se concentre durante varios minutos y se retira del fuego. Se separa el líquido de la hierba con un colador y se consume. Se bebe esta infusión preferentemente tras una comida pesada.