Las técnicas de automasaje, practicadas concretamente con ayuda de un rodillo o de una pelota, presentan enormes beneficios para el cuerpo. Estos masajes, por los efectos que producen, permiten reducir los riesgos de daños, las tensiones musculares, mejorar la recuperación, y por tanto la progresión muscular. En todo caso, esto es así a condición de practicarlos con frecuencia y de forma eficaz.

Los efectos de los automasajes sobre el cuerpo

Los automasajes, practicados concretamente con ayuda de un rodillo o de una pelota, u otros accesorios como un bastón de masaje, pueden ser utilizados, pero son menos extendidos y polivalentes. Tienen por efecto reducir las tensiones musculares, al igual que haría un masaje clásico, con la diferencia de que aquí no es necesario tener un socio y se pueden practicar cuando se desea y en cualquier lugar.

Reduciendo las tensiones musculares, los automasajes tienen por efecto reducir los efectos globales del estrés, impactando directamente de forma positiva sobre el sistema nervioso simpático, el ritmo cardíaco y la presión arterial. Además, favorece la vasodilatación, aumento de los aportes en oxígeno y nutrientes, permitiendo la evacuación de residuos, normalmente generados por el esfuerzo, reducen la inflamación muscular y señalan a los músculos que deben fabricar más mitocondrias.

Dorsales hombres

Practicados en sesión de entrenamiento, favorecen la recuperación. Los automasajes son igualmente la mejor técnica para desprenderse de los nudos, que se anidan en el seno de los músculos.

Con el fin de bien comprender cómo actúan los automasajes, es importante recordar algunos elementos claves sobre el funcionamiento del sistema locomotor.

Los músculos, el tejido conjuntivo que los envuelve, y tendones permiten al cuerpo moverse y estabilizar las articulaciones que representan el sistema miofascial.

Cada uno de los músculos estriados está envuelto en tejido conjuntivo llamado fascia. Estos están compuestos de fibras constituidas de miofibrillas que encierran millares de filamentos. Se trata de la actina y de la miosina. Es el deslizamiento de estas dos proteínas, la una sobre la otra, lo que acorta la fibra muscular, permitiendo la contracción.

Con el fin de garantizar una movilidad óptima, y por tanto permitir entrenarse sin riesgo a sufrir algún tipo de daño, y engendrar la mejor respuesta muscular posible, este sistema debe ser lo más equilibrado posible, tanto a nivel de la relación longitud-tensión en el seno de cada músculo, como de su pareja de fuerza, fuerza igual de cada parte de la articulación.

Los músculos deben ser igualmente capaces de actuar en sinergia con el fin de garantizar una perfecta seguridad con ocasión de la ejecución de cada uno de los movimientos, en el entrenamiento y en la vida diaria.

Los automasajes con pelotas (técnica de puntos de presión), permiten restaurar las superficies de deslizamiento, utilizando la presión y el movimiento para despegar las adherencias, induciendo restricciones mecánicas en los tejidos, permitiendo así a los sarcómeros estirarse de nuevo. La circulación sanguínea se ve mejorada, permitiendo el aumento del aporte de oxígeno en el tejido muscular.

Automasaje de espalda

Los músculos recuperan por tanto su elasticidad, y las tensiones ejercidas sobre los tendones, los huesos y las articulaciones desaparecen.

Detectar los nudos de tensión muscular, resultado de compensaciones, desequilibrios musculares o posturales, adherencias y estrés muscular, permite escoger el instrumento más adecuado para efectuar los automasajes y sacar un máximo de beneficios.

Se coloca la pelota en la zona indicada, y luego se aplica una presión estática firme de una duración de 5 a 7 segundos, utilizando el peso del cuerpo. Es posible que el punto sea muy doloroso. Conviene adaptar la presión de forma a que ésta sea tolerable. Luego se relaja la presión en un 50% y se masajea la zona suavemente, moviéndose alrededor de la pelota. Si el dolor no se reduce, hay que reducir la presión. Conviene tomarse su tiempo, y no contraer los músculos.

A pesar de que un nudo pueda desaparecer en pocos minutos, normalmente lleva varios días, incluso semanas para que desaparezca completamente.

Los automasajes con rodillos son excelentes para comenzar una sesión deportiva, activando la circulación sanguínea y movilizando las articulaciones. En este caso, se debe efectuar un masaje rápido y superficial sobre todas las zonas en tensión o que van a trabajar, durante aproximadamente 30 segundos. Luego se debe continuar con ejercicios de movilidad relativos al esfuerzo que se va a realizar.