• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

El remo es uno de los ejercicios aeróbicos más exigentes porque involucra a piernas, tronco y brazos en el esfuerzo y en este sentido está entre las actividades deportivas que más consumo de oxígeno registra, por eso es muy interesante para fundamentar o complementar un entrenamiento aeróbico variado.
Los aparatos de remo reproducen el gesto realizado al remar desplazando el cuerpo sobre un carril y con la tracción sobre una polea con resistencia graduable.
La ventaja de mover el cuerpo respecto al aparato es la de poder dosificar el esfuerzo regulando la oposición al movimiento de la polea que hace de remo, lo que permite orientar el trabajo al desarrollo de la resistencia y/o de la fuerza, y desde luego adaptarlo a los distintos niveles de rendimiento.
¿Qué músculos intervienen en el movimiento?
En la fase de tracción o fase en la que hacemos la fuerza contra el agua o para atraer la polea hacia nosotros trabajan:

  • Cuadriceps y gúteos como extensores de las piernas,
  • Extensores columna vertebral: largos, cortos, cuadrado lumbar
  • Músculos dorsales: gran dorsal, redondo mayor, deltoides posterior
  • Trapecio medio e inferior
  • Bíceps braquial
  • Flexores de los dedos y del antebrazo.

En la fase de toma de impulso, el remo o la polea se adelanta para volver a realizar fuerza. Aquí no se vence la misma resistencia y el movimiento es más dinámico para no perder tiempo en esta fase que no produce trabajo.
Los músculos que intervienen en esta acción son opuestos en su mayoría:

  • Flexores rodilla: isquiotibiales y gémelos
  • Flexores cadera
  • Músculos abdominales como flexores del tronco
  • Trapecio superior
  • Pectoral y deltoides anterior
  • Tríceps

Ejecución del movimiento
La posición inicial supone sentarnos en la banca, que se desliza a lo largo de un rail, fijando los pies en las sujetadores desarrollados para tal fin.
Tras activar el sistema se elige el nivel de resistencia, el tiempo, o en la mayoría de los aparatos incluso existen programas que se dosifican por sí mismos.
Se sujeta el agarre de la polea y comenzamos el movimiento con las piernas flexionadas, el tronco inclinado hacia delante con la espalda recta, los hombros relajados y los brazos estirados.
El movimiento se inicia extendiendo las piernas y a continuación el tronco a la vez que se acompaña la polea hacia el pecho, buscando que la polea haga el recorrido más amplio.
El retorno se inicia flexionando las rodillas para desplazar el carro hacia delante, a la vez que nos inclinamos hacia delante y extendemos los brazos para acompañar el remo suavemente hacia delante.
El tronco hay que procurar mantenerlo permanentemente contraído a nivel abdominal para proteger la zona lumbar y para poder apuntalar el movimiento, ya que el desplazamiento del carro en el que estamos sentados depende de donde desplacemos el peso del cuerpo.
En la fase de tracción es importante coordinar adecuadamente el movimiento para que las acciones vayan secuenciadas, una detrás de otra, de manera que la flexión de los brazos se produzca cuando las piernas y el tronco estén bien fijados al acabar la extensión.
Esto es importante porque para romper la inercia inicial es más útil aprovechar la fuerza de piernas y tronco que son más fuertes, y usar los brazos para finalizar un movimiento que ya venía acelerado.
Es muy importante el ritmo en esta actividad para pasar de la fase de impulso a la de recogida de manera continua, alcanzando una sensación de circularidad como en el caso de la bicicleta o la carrera.

Vídeo Remo en máquina

En este vídeo observamos con detalle las posiciones y los movimientos a realizar durante el entrenamiento con la máquina de remo.