No cabe duda de que hoy en día el gimnasio ofrece un amplio abanico de diversos códigos en el vestir de los deportistas. El gimnasio queda todavía muy lejos para la mayoría de los hombres como el lugar que pueda inscribirse dentro de los ejercicios de estilo.

El hecho de no solicitar en el contrato de suscripción llevar un jogging de Cachemira o un par de zapatillas de deporte en piel de cocodrilo, no es razón para ir vestido de cualquier forma, sin equilibrio, ni combinación adecuada de materiales y colores.

Por esta razón, hoy presentamos una serie de consejos que conviene seguir para no perder pie mientras se trabaja la forma física, y se cuida el aspecto estético externo. Conviene pensar que el gimnasio es un lugar social donde es posible encontrarse con algunos colegas que comparten oficina, o que luego volvemos a ver por la tarde en alguna cena más comprometida.

Por esta razón es indispensable cuidar la imagen que se quiere transmitir fuera del gimnasio, de manera que también esté en consonancia con la que vamos a presentar mientras trabajamos nuestro físico, subidos en la bicicleta elíptica.

Vestimenta deportiva

La elección de la camiseta

De momento conviene dejar de lado la camiseta con la que corrimos en la maratón de hace 5 años. Basta con llevar una camiseta mucho más sencilla. Conviene escoger un modelo ceñido, de forma a realzar la silueta. Para facilitar los movimientos, más vale vestirse con un modelo de mangas cortas, que además ayuda a dar la ilusión de que los bíceps son más imponentes de lo que en realidad lo son.

El algodón es un material muy recomendable para un deportista principiante, un deportista con mayor experiencia normalmente se decantará por un tejido más técnico, fabricado con microfibra, que disimule las marcas de sudoración.

Adiós al short amplio

Para la parte de abajo, El jogging de poliéster ceñido en los tobillos sigue siendo la prenda preferida de los deportistas. En cualquier caso, el short no debe llevarse nunca por debajo de las rodillas. El modelo demasiado corto y demasiado amplio está reservado a aquellos que pueden correr tres cuartos de hora sin llegar al infarto, y que presentan un físico seco y fibrado.

Los deportistas más aguerridos pueden llevar un calzón largo por debajo del short. Este tipo de ropa confeccionada con materiales técnicos ofrece una buena sujeción muscular y limita el cansancio a la hora de la carrera.

Calcetines termorreguladores

Para los pies, es bueno llevar siempre un par de Burlington frente a un par de calcetines más cómodos. Ciertos modelos, reforzados al nivel de la suela y confeccionados de forma ventilada están concebidos especialmente para absorber los golpes, conservar los pies secos, y evitar las irritaciones. Igualmente, se debe llevar un par de zapatillas que se adapte bien a las necesidades del deporte que se practica.

La composición, el reparto del peso o el grosor de la suela cambian en función del deporte que se practica por razón de diferentes apoyos que el pie utiliza, de los movimientos que se efectúan, y de la superficie sobre la que se camina.

Adoptar un estilo personal

La ropa de deporte debe ser, no solamente algo que se adapte al propio estilo personal, sino también al propio nivel de experiencia. Si es la primera vez que nos apuntamos a un gimnasio, no es el momento de invertir en un la ropa de último grito para levantar los primeros kilos. Basta con probar con un equipo más modesto para principiantes, o de deportista retro.

Aquellos cuyos pectorales empiecen a presionar sobre los botones de la camisa, y para quienes el uso de máquinas ha dejado de tener secretos, la vestimenta más adecuada es la del deportista más profesional. Concebida únicamente a base de materiales muy técnicos para mejorar los rendimientos, este estilo es evidentemente el más conseguido.

El deportista urbano tenía por costumbre prácticas actividad en el exterior, pero finalmente ha cedido a las comodidades del gimnasio. Su estilo de streetwear es por tanto muy apreciado. Finalmente, el nuevo tipo de deportista prefiere cuidar tanto su apariencia física como su apariencia en el vestir. Para él, el jogging no se compra en Nike, si no en Bottega Veneta, y la bolsa de deporte cuesta el triple del precio del abono anual en el gimnasio.