El problema de las piernas pesadas es algo que afecta a muchos hombres. Uno de los factores que disminuye el riesgo de aparición es practicar algún tipo de actividad física regular. Pero ¿cuál es el deporte más conveniente?

Piernas pesadas

El deporte es un buen medio para luchar contra las piernas pesadas. Esta sensación desagradable está causada por un retorno insuficiente del flujo sanguíneo: la parte baja de las piernas está demasiado lejos de la «bomba» cardíaca, lo que termina por aumentar la inercia de la sangre.

El sistema venoso se ve presionado por los músculos de las piernas, comprimiendo las venas y llevando la subida de la sangre hacia el corazón y los pulmones. Evidentemente, si llevamos una vida sedentaria, esta bomba muscular no es lo Piernas de hombresuficientemente efectiva.

La sangre tiene tendencia a estancarse, y las venas se pueden deformar, causando la aparición de varices. Por lo tanto, es importante que estemos en activo; y sin embargo, muchos hombres se quejan de tener una sensación de pesadez en las piernas tras haber practicado algún tipo de deporte.

Todo depende del tipo de deporte

En realidad, ciertos deportes son nefastos para la circulación venosa, y favorecen el síndrome de las piernas pesadas. Primero, porque causan una serie de golpes repetidos que llegan a traumatizar el sistema de las venas, ya de por sí bastante frágiles. Este es el caso del tenis, del squash, o del baloncesto, que conllevan golpes contra el suelo y cambios bruscos de dirección.

También se desaconseja la práctica del jogging. Los esfuerzos bruscos y de corta duración solicitan un flujo mayor de sangre en los miembros inferiores, por lo que el sistema venoso debe trabajar mucho más.

Los deportes aconsejables

Los deportes que favorecen el retorno venoso hacia el corazón, sin pedir grandes esfuerzos, son los más convenientes para luchar contra la sensación de las piernas pesadas. Conviene citar la caminata, sobre todo en un terreno no demasiado duro (mejor por el campo que sobre el asfalto).

El ciclismo ayuda también al retorno venoso, sin ocasionar golpes. Finalmente, la natación es ideal: ayuda al buen funcionamiento de los miembros inferiores. El agua, cuya temperatura debe ser inferior a la de nuestro cuerpo, tiene un efecto tonificante, ejerciendo un ligero masaje, y en un medio donde no se sufren golpes.