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El cambio de hábitos en la alimentación es un factor fundamental si se desea no solo perder peso sino también mantenerse en forma y estar saludable.

El aumento de la obesidad a nivel mundial a llegado a cifras que podrían denominarse como alarmantes ya que se da en hombres, mujeres y niños, de allí que las agencias de salud multiplican sus esfuerzos a través de planes y consejos preventivos ampliamente difundidos para lograr cambios de hábitos alimenticios en la población.

Reducir el  consumo de grasas para perder peso de manera definitivaEl objetivo principal de un buen plan para adelgazar es reducir los aportes alimentarios de sal, azúcar y grasas, algo que solo se logra con una dieta sana y equilibrada.

De allí que reducir el consumo de alimentos de tipo industrializados puede ser un buen comienzo ya que este tipo de productos son en gran parte los responsables de la acumulación de calorías y por lo tanto de kilos de más.

Los expertos en nutrición recomiendan la reducción del consumo de grasas ya que estas aportas 9 kcal. por gramo y a través de un estudio realizado sobre más de setenta y tres mil personas en Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda ha dejado como conclusión que al disminuirse los aportes de grasas en la alimentación diaria es posible reducir de 1,6 kg el peso corporal de forma estable y casi definitiva.

Este nuevo comportamiento alimentario se encuentra dentro de lo que puede denominarse como una alimentación normal, sin hacer dieta para adelgazar que además, si se acompaña con actividad física de forma habitual permite mantenerse en forma y disminuir el colesterol malo contralando también la presión arterial.

Como regla general en el campo de la nutrición se establece que el porcentaje máximo de lípidos no debe superar el 35% de los aportes energéticos totales diarios, algo que no ocurre en las personas con obesidad que supera el 40% de lo recomendado.

El estudio comentado también ha podido demostrar que se puede bajar de peso de forma duradera consumiendo 10 gramos de grasa menos al día, teniendo en cuenta que esos diez gramos corresponden a 12 gramos de mantequilla, 25 grs. de embutidos, 50 gramos de queso tipo Brie o 30 gramos de queso tipo Emmenthal.

Como conclusión es posible afirmar que reducir en 10 gramos diarios el consumo de alimentos ricos en grasas es una tarea sencilla de realizar y no lleva grandes sacrificios ya que pueden sustituirse esos productos por frutas y verduras.