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El Síndrome del Comedor Nocturno es un desorden de la conducta alimentaria que se suma a los ya conocidos trastornos alimentarios como la anorexia, la bulimia, la vigorexia y la  ortorexia.
En la actualidad no se conoce muy bien la prevalencia real de este síndrome, pero se calcula que lo padece entre un 1 y un 3 % de la población, y que afecta a entre un 8 y un 27 % de las personas obesas.
El Night Eating Sindrome, conocido como N.E.S. por sus siglas en inglés, y como Síndrome del Comedor Nocturno en nuestro idioma, fue descrito en 1995 por el doctor Albert Stunkard.
Síndrome del Comedor NocturnoSe caracteriza por la ingesta excesiva de alimentos por la noche, tanto en la cena como después de ella, llegando incluso a levantarse durante las horas de sueño para comer porque aparece la necesidad de comer en abundancia o hiperfagia.
Quienes padecen de este síndrome son personas que se lavantan a comer de noche aunque esten dormidas y que después no recuerdan haber ido a la nevera. No son conscientes de lo que hacen y no recuerdan nada al despertar. Si les cuentan lo que han hecho lo niegan rotundamente. A menudo, hacen régimen durante el día.
Las personas que padecen este problema la mayoría de las veces cenaron e hicieron sus comidas normales, pero llegando la noche y estando en la cama tienen ansias irrefrenables por comer y se levantan a asaltar el refrigerador, consumiendo más del 35 % de las calorías del día. Estas personas no tienen hambre por la mañana y casi no desayunan para compensar su atracón.
Lo que diferencia a este síndrome de la bulimia es que la necesidad de comer compulsivamente llega por la noche, no necesariamente en una sentada, es un no parar. Además, tampoco realizan ningún acto ‘compensatorio’ como vomitar, tomar laxantes o diuréticos.
Este desorden de la alimentación lleva a otro problema de salud, al de la obesidad, de hecho se han llevado a cabo estudios por el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania con grupos de control y grupos de pacientes con este síndrome. Una vez analizados los resultados se concluye que ambos grupos ingieren aproximadamente las mismas calorías, cada uno a unas horas del día, pero que casi la mitad de los pacientes que padecían el Síndrome del Comedor Nocturno no eran obesos hasta que apareció este trastorno.
El problema de conducta alimentaria precisa de tratamiento médico, tanto del dietista, como del psicólogo y del psiquiatra. Lo primero que se debe hacer es anotar todo, absolutamente todo lo que se ingiere a lo largo del día con total precisión y junto a cada toma se deben anotar los sentimientos o sensaciones que invaden al individuo. También es necesario conocer si el problema es causado por un trastorno del sueño en lugar de que sea el Síndrome del Comedor Nocturno el que provoque el insomnio.
Visto en Consumer Eroski