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La toxina botulínica de tipo A es una proteína purificada derivada de la bacteria Clostridium Botulinum, se comercializa en forma muy diluida bajo diferentes marcas siendo Botox® la mas conocida.

La SEME, Sociedad Española de Medicina Estética,  niega que el uso estético de la toxina botulínica pueda producir la muerte, lo único que puede darse es un problema transitorio en el músculo donde se inyecta por una mala aplicación.

Médicos estéticos afirman que no tienen noticias de que exista riesgo de aparecer alguna afección salvo que no sea administrado por un profesional.

botox-para-hombresEl uso de la toxina botulínica está avalado y utorizado por la Agencia Española de Medicamentos. Desde que se aprobó en España en 2004, se han realizado 260.000 intervenciones sin incidencias y también más de 3.000 estudios que recomiendan su empleo.

Su principal aplicación es en la zona del tercio superior de la cara, sobre todo en el entrecejo ya que el objetivo es combatir las arrugas de expresión.

Aunque los médicos afirman que el Botox® como tratamiento estético es eficaz, reversible y seguro, existe el riesgo de que al aplicarlo en una zona no indicada puede romper el equilibrio de la cara.

El producto debe ser suministrado por personal autorizado y su aplicación dependerá de la indicación que el profesional considere oportuna.

La SEME niega que los médicos estéticos utilicen el Botox® para su infiltración en el labio, los profesionales lo recomiendan en paciente de entre 35 años y 60 años, aunque no hay restricción de uso en otras edades.

Mercado Negro de Botox

En España son pocos los médicos autorizados para el uso de Vistabel®, la marca de toxina botulínica utilizada con fines estéticos, tales autorizaciones son otorgadas por la Conserjería de Sanidad de cada comunidad. Por tanto, no todos los médicos estéticos están autorizados a poner Vistabel® o Botox®, tienen que cumplir unos requisitos y demostrar la formación necesaria para su uso.

Además, su suministro sólo se produce después de dicha autorización, y siempre teniendo en cuenta que deben quedar registrados los números de envase, además de que el médico debe cumplir ciertas exigencias impuestas desde Sanidad como son: mantener el envase a 4 grados; que está guardado con llave; un servicio de destrucción de residuos, etc.

Sin embargo, existe un mercado negro que no cumple con estas restricciones y que, actualmente, tienen sus clientes en España a través de peluquerías, gimnasios y otros centros, que en ningún caso pueden tener un suministro debidamente autorizado.

Para prevenir complicaciones innecesarias toda persona que quiera utilizar este tipo de tratamientos deberá acudir a médicos debidamente capacitados y autorizados para aplicar toxina botulínica.

La base de datos de profesionales con tales características puede ser consultada a través de la web de la Sociedad Española de Medicina Estética  SEME y del Consejo General de Colegios de Médicos CGCOM.