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Los beneficios del entrenamiento de fuerza pueden disfrutarse en cualquier etapa de la vida a partir de la adolescencia y hasta edades avanzadas, siendo por ello recomendable como rutina adaptada a cada persona.

Entre los beneficios del entrenamiento de fuerza uno de los más importantes es que quienes lo practiquen mejorarán de forma sustancial su fuerza muscular ya que de forma progresiva y a través de la intensidad del entrenamiento los músculos implican cada vez un mayor número de fibras musculares.

Beneficios del entrenamiento de fuerzaComo signos más visibles de los beneficios del entrenamiento de fuerza se encuentran por ejemplo una mayor tonificación y un aumento de la masa muscular, algo que dependerá de las hormonas que generan los músculos y por ello el crecimiento muscular es superior en los hombres que en las mujeres.

Con este tipo de entrenamiento se genera un mayor desgaste calórico y por ello quienes entrenan tienen una facilidad mayor para controlar su peso corporal, además de mejorar la postura.

Asimismo, los músculos bien desarrollados forman una envoltura que actúa como una armadura que protege el cuerpo frente a golpes, evitando sufrir lesiones, sobre todo en la zona de la espalda y en las grandes articulaciones que obtienen así una protección adicional facilitando una movilidad armónica de las articulaciones y compensando el peligro de sobrecarga.

A medida que se envejece la masa muscular empieza a menguar paulatinamente y se produce una degradación, que en realidad puede mejorarse con actividad física y por ello,   un entrenamiento de la fuerza correctamente realizados y dosificado es la mejor receta para contrarrestar los efectos del envejecimiento hasta edades avanzadas.

Estudios actuales han demostrado que la actividad física es decisiva para el desarrollo y mantenimiento de la sustancia ósea, sobre todo durante los primeros treinta años de vida y el entrenamiento de fuerza ayuda a prevenir la osteoporosis siendo también excelente en los trabajos físicos de rehabilitación, reduciendo la degradación de los huesos.

La capacidad general de rendimiento mejora con un adecuado entrenamiento de fuerza y luego de cada sesión el cuerpo se sentirá mejor irrigado, relajado volviendo más atractiva la figura ya que una buena postura lo mantiene erguido.