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Hoy he decidido publicar un artículo escrito por un Invitado al blog, sus sugerencias son muy útiles para quienes desean incluir un poco de actividad física en su rutina diaria. He agregado algunos comentarios en cursiva. Los enlaces proporcionan información complementaria que he publicado antes. 

Nos bombardean constantemente con la idea de que hay que hacer más ejercicio para gozar de una vida saludable. Existen una gran cantidad de anuncios de productos «milagrosos» captando a personas ingenuas que piensan que utilizando 5 minutos diarios un artefacto salido de una cámara de torturas obtendrán un abdomen plano (o peor aún, creen que la crema reductora funciona).

Las cremas reductoras y los productos milagrosos anunciados en televenta funcionan, no como muchos suponen al ver la publicidad pero si leen las instrucciones adjuntas (por lo general con letras pequeñas) se enterarán que ese maravilloso equipo o ese gel reductor producirá sus efectos dentro de un programa de ejercicios y alimentación adecuada.

La única forma de estar y de permanecer en forma y saludable es mediante el ejercicio constante.

Esta es una afirmación bastante extrema y simplista pero tiene una buena dosis de veracidad, el ejercicio contribuye enormemente al buen estado de la salud pero no es el único elemento del cual depende.

La vida sedentaria a la que estamos acostumbrados es la causa de esa gran barriga y es muy común culpar a la falta de tiempo para no realizar ningún deporte. Pues bien, sólo los perezosos nunca tienen tiempo y si no puedes acudir a un centro de entrenamiento, sigue estos trucos para engañar a tu cuerpo y hacerle creer que vas al gimnasio.

Muy, muy lejos.
Instintivamente siempre estamos en la cacería de un lugar lo más cerca posible de nuestro destino. Si aparca el auto lejos de tu trabajo realizarás un buen ejercicio matutino que te cargará de energía (claro que esto depende de la situación de cada uno). También puedes hacerlo cada vez acudas a comprar los víveres o cuando asistas a un partido de fútbol.

Para subir al cielo.
Procura utilizar las escaleras en vez del elevador, si son muchos los pisos que tienes que subir o bajar, procura detenerte dos pisos antes o dos pisos después. Es un buen ejercicio para tus piernas y para tu corazón.

Caminar y pedalear.
Nuevamente este consejo no es para todos, en el remoto caso en el que puedas acudir caminando o en bicicleta al trabajo, hazlo. Ponte unos zapatos cómodos y lleva agua para el camino.

En esta no me bajo.
Si para ir a algún lugar tienes que tomar el metro o el camión urbano, puedes bajarte en la siguiente o en la anterior parada (como el caso del elevador). Te servirá para que conozcas un poco más del barrio al que te diriges y si te llevas tu cámara fotográfica será aun mejor.

De compras y de ejercicio.
Cuando acudas al supermercado puedes caminar por toda la tienda, dispondrás de muchos distractores, de aire acondicionado y el olor es mejor que el del gimnasio. Si sufres de compras compulsivas es mejor que no sigas este consejo.

Toma una caminata a la hora del descanso.
Obviamente esto depende también del lugar en el que te desenvuelves, a la hora del almuerzo ármate de una barra de granola y de suficiente agua para recorrer las cercanías del lugar en dónde trabajas.

Con esta sugerencia no estoy del todo de acuerdo, sustituir el almuerzo por una simple barra de granola o una barra energética no es apropiado, el organismo necesita nutrientes suficientes para funcionar de manera apropiada y si no le proveemos de ellos entonces el metabolismo se hace mas lento y aumenta la acumulación de grasa como reserva energética.

Sería mas beneficioso ingerir una ración con alimentos naturales y balanceados para luego, si se dispone de unos minutos, dar un paseo fuera del lugar de trabajo. Por supuesto esto depende de las condiciones del trabajo de cada quien.

Verse bien, sentirse bien.
Compra unas gafas obscuras, unos buenos zapatos tenis, una gorra para el sol y un traje deportivo. El tenerlos te predispondrá a que los utilices y de paso para que te vean presumir las marcas (¡Ja!). Es algo sobre autoaceptación e imagen.

Juega con los niños.
Esta actividad es muy benéfica para ambos (ejercicio y tiempo de calidad), lleva a tus hijos o sobrinos al parque y que los acompañe una pelota o un disco para el frisbee, sino puedes salir a la calle, utiliza el Wii en casa.

Baila nena baila.
Uno de los ejercicios más completos es bailar, pon tu música favorita y mueve ese cuerpo. Si tienes pareja será más divertido.

Televisión y ejercicio.
En vez de sentarte en el sofá a cambiar de canal, ponte a doblar la ropa mientras miras tu programa favorito. También puedes conseguir una caminadora y en dado caso de que el espacio del que dispongas no sea muy grande, consigue un simulador de escalones, estos ocupan el espacio de un maletín y lo puedes almacenar fácilmente bajo la cama cuando termines.

Camina con el teléfono.
Si tu trabajo se relaciona con sentarse a atender el teléfono, ponte de pie mientras hablas y camina en círculos. Aunque no lo creas, al final del día puede ser que hayas realizado más ejercicio del que lograrías en el gimnasio.

Si reflexionas un momento, ninguno de estos consejos lograran que tu cuerpo llegue las finales de Mister Universo, pero poco a poco cambiaran tus hábitos y obligaran a tu organismo a necesitar realizar más deporte. Y lo mejor: estas dándole a tu organismo rutinas para permanecer saludable.

Si estás siguiendo un programa de entrenamiento o si planeas hacerlo, incluye los 40 consejos que te ayudarán a obtener los mejores resultados.

Autor: Francisco Hernandez Vía: bligter.com